Policial
Desmantelan un complejo fraude de venta de mascarillas en Europa
Los interlocutores se hacían pasar por representantes de una compañía española
Detenido en Galicia un empresario por el robo de casi 2 millones de mascarillas
Un complejo fraude de venta de máscaras que implicaba directa o indirectamente en cinco países europeos ha sido desmantelado, dos sospechosos ya han podido ser detenidos en Holanda y otros más podrían serlo, según ha anunciado este martes la Interpol.
El caso surgió cuando a mediados de marzo autoridades sanitarias alemanas hicieron un encargo de máscaras por 15 millones de euros a dos empresas en Zurich y en Hamburgo pero ante los problemas para obtenerlas rápidamente por la escasez generada por la crisis del coronavirus buscaron vías para garantizarse el aprovisionamiento.
Según explicó la Interpol en un comunicado, los problemas empezaron con una dirección de correo electrónico y una página internet de una empresa, que en apariencia pertenecían a una sociedad real con sede en España que vende máscaras, pero que después se revelaron falsas.
En los intercambios de correo, los interlocutores que se hacían pasar por representantes de esta compañía española afirmaron al principio tener 10 millones de máscaras, pero después estas promesas se hundieron y propusieron poner en contacto a los compradores alemanes con otro proveedor en Irlanda, que a su vez los remitió a otro en Holanda.
A través de este último, se llegó a un acuerdo para la entrega de 1,5 millones de máscaras por 1,5 millones de euros. Los compradores prepararon la logística para trasladarlas desde los Países Bajos con 52 camiones y en paralelo hicieron la transferencia bancaria en Irlanda.
Pero justo antes de la fecha de la recepción, recibieron el mensaje que no se había recibido el dinero y que era necesaria una transferencia urgente de 880.000 euros a los vendedores en los Países Bajos para garantizar la entrega del material.
Esta nueva transferencia se hizo pero las máscaras no llegaron y fue entonces cuando los compradores alemanes se dieron cuenta del engaño y que aunque la compañía holandesa con la cual creían haber tratado existía, su web había sido|estado falsificada.
Inmediatamente recurrieron a su banco, que a su vez pidió ayuda a la unidad de delitos financieros de Interpol para tratar de hacer un seguimiento de los fondos.
A partir de este procedimiento, las autoridades irlandesas consiguieron congelar los 1,5 millones de euros transferidos allí e identificar en la empresa implicada.
A su vez, en los Países Bajos se encontró rápidamente el rastro de los 880.000 euros abonados desde Alemania, de los cuales casi 500.000 ya habían sido reenviados al Reino Unido e iban destinados a Nigeria.
La alerta permitió que el banco británico receptor paralizara el movimiento y devolviera el dinero en Holanda.