El material de que tendrían que estar hechos los uniformes para evitar contagios
El virus puede sobrevivir horas o incluso días en según qué materiales, incluida la ropa
La vuelta a la actividad laboral que tuvo lugar el pasado lunes, para los sectores no esenciales, ha abierto el interrogante entre muchas personas sobre si están suficientemente protegidas a su lugar de trabajo. El Gobierno español publicó el pasado sábado una Guía de buenas prácticas en centros de trabajo para prevenir los contagios del COVID-19. En esta guía, uno de los aspectos que más ha llamado la atención a las redes sociales es la manera en que hay que lavar los uniformes.
Exactamente, el documento apunta que «en caso de los uniformes de trabajo o similares, serán embolsados y cerrados, y se trasladarán hasta el punto donde se haga su lavado habitual, recomendándose un lavado con un ciclo completo a una temperatura de entre 60 y 90 grados».
La realidad es que no todos los materiales textiles soportan esta instensitat en la temperatura de lavado. Tejidos como el algodón, el lino o la lana saldrían estropeadas a estas temperaturas. Es importante pues consultar el etiquetado de cada prenda de ropa dónde inidicaran cuál es la temperatura de lavado y si es puede introducir a la secadora. La simbología utilizada corresponde a una norma internacional de ISO (Organización Internacional de Normalización), es propiedad de Ginetex y contiene 5 símbolos internacionalmente reconocidos: (Limpieza en mojado; Limpieza en seco; Producto; Secado y Planchado). Según los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), el coronavirus se transmite normalmente a través de pequeñas partículas respiratorias y también destacan que el virus puede sobrevivir horas o incluso días en según qué materiales, incluida la ropa.
La lona, el material que más soporta el calor
La lona es el material que sí permite esta temperatura recomendada por el gobierno. Muchos uniformes de trabajo sí se hacen con este material y sería adecuada la recomendación de las autoridades. Si el uniforme del trabajador es de lona podrá soportar los niveles más elevados de temperatura en la lavadora.
Las piezas de algodón de color blanco se pueden lavar a 60 grados, pero si son 100% algodón se corre el riesgo de que reduzca su tamaño. Si esta ropa es de algodón con color, la elevada temperatura también puede implicar pérdida de la coloración. Sábanas, toallas, manteles sí que pueden lavarse además a 40 grados para eliminar las bacterias.