Residencias
La Generalitat ha intervenido ocho residencias de personas mayores durante el confinamiento por el coronavirus
Los centros, con numerosos pacientes y trabajadores afectados o muertos, son gestionados por otras empresas o instituciones
La Generalitat ha intervenido desde el inicio del confinamiento un total de ocho residencias de personas mayores por su gestión de la crisis, con un gran número de residentes infectados o muertos y de personal afectado por coronavirus. La gestión ha sido traspasada a otra empresa o a la administración pública directamente. El 25 de marzo se intervino la residencia Ballús de Valls, y pocos días después la de Sant Adrià. Al principio de abril fue el turno de la residencia privada Prat, de Tona y a mediados de abril, la semana pasada, pasó el mismo con la residencia de los Pallareses, y la última ha sido la de Premià de Mar.
En concreto, primero la Conselleria de Treball i Afers Socials, y después la de Salut, desde que asumió la competencia en la materia el 8 de abril, han intervenido la residencia Sant Adrià, de Sant Adrià del Besòs (Barcelonès); la Ballús, de Valls; la Prat, de Tona (Osona); la Marvi Park, de Barcelona; la 'casa de repòs' Verge de la Salut, de Vilanova del Vallès; la residencia Ullastrell, de Ullastrell (Vallès Occidental); la Nostrallar, de Pallaresos(Tarragonès); y la residencia Ca n'Amell, de Premià de Mar (Marisma).