Diari Més

La escasez de tests vierte Europa a tener cifras poco fiables de muertos con covid-19

La mayoría de estados sólo registran las defunciones que han dado previamente positivo, con el riesgo de infracalcularlas

Profesionales sanitarios en la UCI del hospiatl de Tarragona Joan XXIII.

Cataluña llega a los 9.186 muertos por coronavirus con los nuevos 136 de este juevesDavid Oliete / HJ23

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A medida que la covid-19 se ha ido expandiendo por Europa, la imagen de gobiernos informando diariamente de la evolución de los contagios y las muertes se ha hecho cada vez más habitual. Las cifras de defunciones permiten conocer el impacto de la pandemia, pero también tienen detrás de diferentes métodos de cálculo que sólo por ellos mismos ya provocan grandes divergencias entre los diferentes estados europeos: algunos pueden llegar a sobreestimar el número de muertes, como en el caso de Bélgica, mientras que en la mayoría de los casos es probable que la cifra real acabe siendo más alta que la actual. Aparte de las divergencias en los criterios, sin embargo, la incapacidad de hacer tests masivos es la claveque impide que Europa tenga una cifra fiable de defunciones con covid-19.
«Nuestro mensaje clave claro está: test, test y test», ha dicho en más de una rueda de prensa al director general del Organitzacó Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, consciente que la única manera de conocer el impacto real de la pandemia es a través de diagnósticos. Pero con la rápida expansión del coronavirus, Europa se ha encontrado con una escasez de tests que lo ha vertido a no saber hoy por hoy el impacto exacto en contagios y defunciones.

Ante la falta de un estándar internacional para contabilizar las muertes con covid-19, la gran mayoría de los estados europeos han optado por incluir en la cifra oficial de defunciones sólo a las personas que previamente habían dado positivo. Este es el caso de Italia, España y Francia, los estados europeos más afectados por la pandemia, pero también de otros como Austria, Suecia o los Países Bajos, menos golpeados por la pandemia.

Como la mayoría de los estados europeos han optado por contabilizar sólo a las muertes que se habían causado el test, la cifra de muertesen Europa puede estar infracalculada a causa de la escasez de diagnósticos. Según cálculos de The Economist basados en el exceso de mortalidad durante la pandemia, hay países que sólo están contabilizando la mitad de las defunciones. En España, las cifras oficiales no incluyen uno de cada tres muertos.

A falta de tests masivos, Bélgica se ha desmarcado del resto de Europa y contabiliza también cualquier muerte sospechosa de tener coronavirus. La inclusión de casos sin test lleva a Bélgica a ser el país con más muertos por cápita del mundo: 57 defunciones por cada 100.000 habitantes.

El gobierno belga dice contabilizar también a los sospechosos para ser «completamente transparente», aunque eso «exagere los números». «Cuando se revisen los datos de otros países y se muestre la cifra real, nuestras tasas de mortalidad se equipararán», aseguró el virólogo Steven Van Gucht en una de las ruedas de prensa para informar de la evolución de la pandemia a Bélgica.

En el ranking de más muertos por cápita, España ocupa el segundo lugar con 47 muertos por cada 100.000 habitantes, seguida de Italia con 42 y de Francia con 33.

A partir del 15 de abril, en Cataluña se da diariamente el dato de personas muertas con covid-19 registradas en las funerarias. Así, la cifra diaria incluye defunciones en hospitales, pero también residencias o domicilios, entre otros. Además, como pasa en Bélgica, se incluyen tanto los casos confirmados de coronavirus como los sospechosos.

El exceso de mortalidad, la alternativa cuando no hay tests

«Saber el número exacto de gente que muere con coronavirus sería de mucha importancia, pero no es una cuestión simple», reconoció Sarah Caul, de la Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido. Ante la imposibilidad de diagnosticar posibles contagiados, una de las alternativas para calcular el impacto de la covid-19 es el cálculo del exceso de mortalidad, es decir, la diferencia entre la mortalidad que se ha registrado durante la pandemia y la que ha habido durante el mismo periodo en años anteriores.

Siguiendo el cálculo del exceso de mortalidad, todos los países registran una tasa oficial de muertesinferior a la que sería realmente. Según calcula The Economist a partir de datos d'EuroMomo, una red de epidemiólogos que recoge semanalmente las cifras de muertes en 24 países europeos, la cifra oficial de defunciones en algunos estados europeos puede estar recogiendo sólo la mitad de las muertes reales.

Según estos cálculos, que toman como referencia datos del 9 al 12 de marzo, la cifra oficial de muertos|muertes con covid-19 en Bélgica recogería el 93% del exceso de mortalidad registrado en el país durante la pandemia, mientras que los datos de Suecia se aproximan hasta el 90%.

En el caso de Francia, se estarían contabilizando el 86% de las defunciones reales, mientras que en España sólo el 67%. Según los cálculos basados en el exceso de mortalidad, en España no se estarían contabilizando uno de cada tres muertos con coronavirus.

En el caso de Austria, la cifra oficial de muertos sólo recogería el 57% de las defunciones, mientras que los Países Bajos sólo contabilizaría el 48% de las muertes, la misma cifra que en Lombardía, uno de los territorios italianos más afectados por la pandemia.

Alemania, tests masivos la primera semana

La falta de tests masivos es uno de los hechos clave que impide constatar la fiabilidad de las cifras oficiales porque puede hacer pasar desapercibido lo que sucede fuera de los hospitales, cosa que complica tener una cifra exacta no sólo sobre la expansión del coronavirus, sino también sobre la tasa de mortalidad que tiene en cada país.

Aparte de otros motivos relacionados con los servicios sanitarios, los estados europeos que hicieron muchas pruebas al inicio de la pandemia es más probable que tengan tasas de mortalidad más bajas, según la Universidad Johns Hopkins. Es el caso, por ejemplo, de Alemania, que registra una tasa de mortalidad muy baja que, sumado a otros motivos, puede estar ayudada por haber hecho muchos tests.

Con todo, la Universidad Johns Hopkins avisa de que la mortalidad también está relacionada con otras causas, como por ejemplo, la demografía, con más muertos en los lugares con una población más envejecida, y las características del centros de salud, con más mortalidad donde hay menos recursos.

Con respecto al ejemplo de Alemania, el virólogo Christian Drosten, que asesora al gobierno alemán, asegura que fue clave intensificar los tests durante la primera semana. Los laboratorios alemanes se habían preparado antes, cosa que les permitió reaccionar rápidamente y saber dónde estaban los principales brotes. Las pruebas masivas, defensa Drosten, dispararon el número de casos, pero no de muertes.

Las residencias, un foco que no todos cuentan

A medida que se ha expandido el virus, algunos gobiernos europeos han ido variando la manera en que contabilizan las defunciones a fin de que la cifra sea la más exacta posible, por ejemplo, incluyendo las muertes en residencias. Eso ha hecho que, de golpe, los datos oficiales rompan la tendencia o den saltos que no se corresponden con la evolución diaria del virus.

Inicialmente, por ejemplo, Francia y España sólo contabilizaban defunciones en hospitales y excluían las muertes en centros de atención a personas mayores, aunque, según la OMS, el 55% de las muertes en Europa se han producido en residencias. Desde el 8 de abril, las comunidades autónomas aportan al gobierno español los datos de muertos en residencias, mientras que Francia también las tiene en cuenta desde el 6 de abril.

En el Reino Unido, las cifras oficiales del gobierno no incluyen las muertes en centros de atención a personas mayores, aunque la Oficina Nacional de Estadística sí incluye algunas. En Alemania no hay una cifra oficial de muertes en residencias.

Aunque todos los estados reconocen que las residencias han estado fuertemente afectadas por la covid-19, en la línea con lo que dice a la OMS, hoy por hoy es difícil saber el impacto exacto del virus en estos centros, ya que muchas defunciones se han producido sin que hubiera un test previo. Eso también sucede con personas que han muerto en su domicilio y que, en caso de que hayan muerto con covid-19, no se incluyen a la cifra oficial por falta de diagnóstico.

Europa, una cifra de muertes poco fiable

Aparte de permitir controlar mejor la expansión del virus, tener la capacidad de hacer tests masivos también hubiera permitido tener una visión más exacta sobre el impacto de pandemia en Europa.

A pesar de las divergencias en los criterios de cálculo, la mayoría de los estados europeos han optado por contabilizar sólo las muertes en que se ha confirmado la covid-19, con lo cual se corre el riesgo de calcular a la baja el número de defunciones.

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