Crean un nebulizador portátil ideado para desinfectar empresas, tiendas, bares u hoteles

Lo consiguieron tanto con el maquillaje como con la crema solar. De aquí, precisamente, nacieron una especie de duchas, Sunprotect, que nebulizan protector solar y que ya se han instalado en algunas playas de la Costa Brava y zonas de Chile y el Brasil.

Este verano, los tres socios querían seguir extendiendo el Sunprotect en más lugares del litoral, pero el coronavirus frenó en seco los proyectos. La llegada de la crisis sanitaria, y las necesidades de incrementar la desinfección y la higiene para combatir la covid-19, llevaron a los tres socios a aplicar su tecnología a la lucha contra el coronavirus.

De aquí nace Nebulizerair, un nebulizador ideado para desinfectar cualquier superficie y dejarla libre de patógenos. Tanto se puede utilizar para las manos y la piel, como para la ropa, la madera, el acero... E incluso es adecuado para sitios donde se manipule comida. Todo dependerá del tipo de desinfectante que se le ponga en el interior.

El aparato saldrá al mercado en los próximos días. «Estamos esperando que no haya ningún cambio de normativa de Sanidad, pero todos los productos están correctamente certificados y homologados», dice Díaz, en referencia a los desinfectantes. El nebulizador tendrá tres formatos: dos más compactos (pensados para que estén fijos y se sitúen en entradas de empresas o establecimientos) y uno portátil.

«Desinfectante en espray»

Precisamente, los tres emprendedores creen que el nebulizador portátil será el que tendrá más salida. Se puede hacer funcionar con corriente o bien con batería, lleva una garrafa de 5 litros de desinfectante en el interior y sólo hace falta ponerlo en marcha y apretar el difusor para desinfectar aquello que se quiere. «Hay bastante con 2 ó 3 mililitros por metro cuadrado para eliminar el virus; es desinfectante en espray», concreta Lluís Díaz.

El emprendedor explica que el Nebulizerair tiene «infinidad» de posibilidades, «por suerte o por desgracia» –eso último, en referencia a la pandemia que lo ha hecho nacer. Y concreta algunas: se pueden desinfectar ambulancias, barras de bar, cocinas, habitaciones enteras de hotel, probadores, prendas de ropa, sillas, mesas de las terrazas, oficinas, aulas...

Además, el desinfectante actúa en cuestión de segundos. Cosa que puede ser útil, por ejemplo, en el caso de las tiendas de ropa (para desinfectar aquellas piezas que se quedan en el probador y evitar dejarlas 48 horas en cuarentena). Además, como precisa Díaz, en el caso de las habitaciones de hotel o los comedores, «con el difusor se puede llegar a todos los rincones con facilidad».

500 por semana

Para fabricar el Nebulizerair, además, los tres emprendedores se apoyan con la economía local. Exceptuando dos que vienen de fuera, todas las piezas que componen el mecanismo y la carcasa se fabrican en el área de Barcelona o a las comarcas gerundenses. «Lo producimos todo en centros que están a un radio de 100 kilómetros de Girona como máximo», dice Díaz.

De momento, y cuando todavía no han salido a mercado, los tres socios ya han recibido 25 pedidos del Nebulizerair. «El sector que más se nos ha interesado es el hotelero, uno de los más afectados por la crisis de la covid-19,» explica Díaz. Pero también han recibido peticiones de otros, como concesionarios de vehículos o, incluso, funerarias. «Desgraciadamente, muchas familias no han podido velar a su difunto y eso permitiría poder dar seguridad en estos espacios», indica el socio de la empresa.

Los tres emprendedores prevén llegar a fabricar hasta 500 nebulizadores por semana en los próximos meses. Además, también están estudiando como aplicar esta tecnología para garantizar la desinfección de sitios dónde haya mayor afluencia de gente (como estadios de fútbol o aeropuertos). «En definitiva, la finalidad de la nebulización es romper la cadena de contagios de la covid-19, porque nos permite eliminar en pocos según la carga viral que pueda haber en un determinado lugar o superficie», concluye Díaz.