Estado de alarma
La Policía empieza su desescalada particular
Serán tres fases repartidas en un mes para volver a la normalidad
La Policía Nacional inicia su propia desescalada para conseguir la reincorporación de sus efectivos de manera presencial y reactivar sus servicios policiales, un proyecto que acometerá en tres fases y que prevé tener concluido doce días antes de que culmine el plan del Gobierno para afrontar la nueva normalidad de toda la sociedad.
El plan de desescalada de la Dirección General de la Policía, al cual ha tenido acceso Efe, contempla medidas de incorporación de la plantilla a la actividad, teniendo en cuenta las singularidades de cada servicio, sin olvidar las actuaciones que tendrán que ejercer los agentes en cada una de las fases previstas por el Ejecutivo.
Las medidas de prevención para evitar nuevos contagios, flexibilidad horaria, turnos de trabajo estancos para minimizar contacto entre funcionarios, un sistema mixto de trabajo presencial y telemático, así como una nueva gestión de las dependencias son algunos de los pilares del proyecto.
Un plan de desescalada que no se rige por los mismos periodos ni tiempo que el diseñado por el Gobierno, ya que «a nivel policial tienen que marcarse los tiempos de manera autónoma, en función de las singularidades de los cometidos policiales, como también de la evolución de la criminalidad, que no depende obligatoriamente del progreso de la infección sanitaria,» destaca el documento.
La primera fase se denomina fase de activación y está previsto arrancar el martes que viene, día 12. En este estadio se contaría con el 40 por ciento del personal que presta servicio al público, y el 60% de los órganos de investigación.
El 26 de mayo se iniciaría la fase de adaptación, en los cuales se movilizarían ya el 70 por ciento de los funcionarios destinados en servicios de atención al público, y el 80 por ciento de aquellos destinados en unidades de investigación.
Según este plan de desescalada en la Policía, la última fase, «de consolidación» se pondría en funcionamiento el 9 de junio. En ella estaría en activo el cien por ciento de la plantilla y, por lo tanto, «el retorno a una situación de total normalidad» doce días antes respeto a la ultima fase prevista pro el Gobierno para la sociedad general.
El objetivo, detalla el documento de más 30 páginas, es que la Policía Nacional concluya su reincorporación total antes que el planteado por el Gobierno para ultimar la desescalada general de la sociedad y, de esta forma, estar a nivel policial «perfectamente preparados y adaptados para dar respuesta desde el primer momento, anticipándosenos a las demandas que pudieran ir produciéndose.»
En el diseño de estas fases por parte de la Dirección General Operativa se tendrán en cuenta las singularidades de cada plantilla o incluso de cada unidad.
»Les velocidades no tienen por qué ser las mismas, teniendo en cuenta que también pueden existir escenarios físicos, por ejemplo, los lugares fronterizos, que acondicionen o predeterminen los tiempos», reitera el documento, que pone como ejemplo a los funcionarios en los aeropuertos. Se reincorporarán a su destinación dependiendo de la recuperación de la normalidad en este ámbito.
Serán las prefecturas superiores las que marquen las directrices, si bien las unidades son las que tendrán que concretar sus ajustes de reincorporación. Además se fijan dos bloques , el Modelo A, en el cual se incluyen las comisarías provinciales y locales de mayor tamaño y en el Modelo B en las cuales se agrupan las más pequeñas.
El documento también incorpora las líneas generales de desescalada en diferentes servicios, desde los mandos policiales a las unidades de Intervención policial a los efectivos adscritos a unidades de Judicial, Científica, Extranjería, Conducciones, denuncias o DNI.
Como medidas están previstas qeu se adapte la cita previa de renovación de documentos (hasta ahora suspendes) al número de lugares de expedición operativos en la etapa de arranque, que se acelere la implantación del pago de tasas con tarjeta o que se instalen dispensadores de desinfectante de manos en los accesos al edificio, así como ofrecimiento de máscaras.
Los lugares de expedición de documentación estarán dotados con mamparas de protección adaptadas para facilitar el uso de los dispositivos biométricos y entrega de documentación, y se utilizarán toallitas impregnadas en alcohol para la limpieza y desinfección del escáner de huella y superficie de la mesa.
Se fomentarán también las denuncias telefónicas, de tal forma que el denunciante tenga que acudir únicamente a verificar y firmar, y eso si puede ser con cita previa que regule los flujos y afluencia de personas en las dependencias.
Asimismo, el plan prevé reorganizar servicios que actualmente no tienen carga de trabajo, como el de las conducciones que implican puesta a disposición y comparecencias de detenidos delante de los órganos judiciales que se están realizando en su mayoría a través de medios telemáticos.
Como este nuevo sistema «es muy posible que perdure en el tiempo», la dirección general apuesta por redistribuir estos efectivos.