Europa mira al África y a los Balcanes para producir medicamentos más cerca y garantizar el suministro
La covid-19 destapa la dependencia de la industria farmacéutica europea de China y la india
Desde mitades de marzo, Bruselas está estudiando una nueva estrategia farmacéutica para resolver las vulnerabilidades de este sector reveladas por la pandemia. Por ahora, la Comisión Europea está analizando cuáles son exactamente sus puntos débiles y diseñando el plan.
Producción desmantelada
Antes del coronavirus, en Bruselas ya hacía años que las instituciones eran conscientes de la escasez de medicamentos en el continente, pero no ha sido hasta que la crisis del covid-19 ha puesto el sistema contra las cuerdas que el club europeo ha decidido actuar.
El director de la Agencia Europea del Medicamento alertó la semana pasada de que la producción farmacéutica en Europa se ha desmantelado en la última década. Si bien Europa es el exportador farmacéutico más grande del mundo y cuenta con más de un centenar de empresas punteras, depende de las materias primas producidas a China y la India. Por ejemplo, entorno el 90% de los ingredientes para hacer medicamentos genéricos como el paracetamol provienen de estos dos países asiáticos.
La asesora Lieve Fransen atribuye esta dependencia a la externalización que han hecho las farmacéuticas europeas de parte de la producción para «recortar costes». «La globalización ha hecho más fácil importar de países pobres», constata Fransen.
El director de comunicación de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas, Andy Powrie-Smith, admite que no sólo se ha desmantelado la manufactura, sino también parte de la investigacióncientífica que se ha trasladado a los Estados Unidos y China.
Nueva estrategia
La Comisión Europea está preparando un plan|plano para afrontar la escasez de medicamentos y los problemas en la cadena de suministro revelados por la crisis del covid-19. El ejecutivo europeo pretende diversificar a los proveedores para reducir las dependencias externas y quiere vincular la nueva estrategia al presupuesto plurianual de la UE, según adelantó una de sus vicepresidentas a mitades de abril. La CE tiene previsto presentar las cuentas y el plan|plano de recuperación del covid-19 esta semana.
Fransen celebra que por fin la UE se haya dado cuenta de este problema y considera importando que la nueva estrategia plantee sobre todo la creación de stocks|estoques de emergencia a nivel europeo. Desde la industria farmacéutica también ven con buenos ojos mejorar la autosuficiencia europea.
«Tenemos que tener en Europa un sistema abierto pero estratégicamente autónomo que pueda funcionar bien con otras regiones del mundo», defiende el EPFIA.
Powrie-Smith recuerda que también hay que reforzar «el ecosistema de investigaciónfarmacéutica» en Europa con un «sistema de regulación flexible» y más incentivos para que los inversores apuesten para poner dinero en el «complejo proceso para desarrollar tratamientos o vacunas».
«Haría falta un proceso regulador más dinámico basado en un diálogo constante entre los innovadores y los reguladores», afirma. Considera que eso sería especialmente importante para facilitar los ensayos clínicos de tratamientos o vacunas.
Mirada hacia el África
La lejanía de los centros de producción asiáticos está llevando a Europa a buscarlos más cerca. El jefe de la diplomacia europea Josep Borrell defendía en un reciente artículo que sería «buena idea» explorar nuevas alianzas estratégicas con el África en la producción de medicamentos.
«Es probable que nos dirijamos hacia cadenas de suministro más cortas», decía después de ver cómo el cierre de fronteras porel coronavirus ha puesto trabas a la importación de productos esenciales. Además, el también vicepresidente de la Comisión Europea alerta de los peligros de depender de países como China.
«Nos interesa políticamente no depender demasiado de potencias extranjeras que puedan, de una manera u otra, comportarnos un alto coste por nuestra dependencia», avisaba.
Una idea que va en la línea de la recomendación de Lieve Fransen, una exalto cargo de la CE. Para ella esta colaboración con el África beneficiaría la capacidad de los dos continentes para afrontar futuras pandemias y al mismo tiempo aseguraría una cadena de producción y suministro de los medicamentos «diversificada y escalada». Fransen también alerta de que China ya ha empezado a interesarse por el desarrollo del sector farmacéutico chino.
«Espero que la nueva estrategia incluya la regionalización de las cadenas de suministro y producción en Europa con algunas alianzas», defiende Fransen.