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Judicial

Juzgan a un becario por inutilizar ordenadores de la universidad por desavenencias con su tutor

Dejó completamente inutilizado varios ordenadores, entre ellos el de su director de tesis

Utilizó un USBKiller para inutilizar la placa base de los ordenadores..

Juzgan a un becario por inutilizar ordenadores de la universidad por|para desavenencias con su tutorPixabay

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La Audiencia de Valladolid juzga desde este miércoles, 27 de mayo, a D.O.H, quién fue becario del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) de la Universidad de Valladolid, al cual se le acusa de haber inutilizado más de una veintena de ordenadores del centro.

En el juicio que, en principio, se prolongará hasta el jueves en la Sección Segunda Penal del Audiencia Provincial, el hombre está acusado de un delito de daños en equipos informáticos o de un delito continuado de daños informáticos.

Así, Fiscalia pide una condena de seis años de prisión y multa de 130.000 euros o, alternativamente, cinco años de privación de libertad y 80.000 euros, mientras que en concepto de responsabilidad civil se enfrenta a una solicitud de más de 42.000 euros de indemnizaciones a favor de la institución académica.

En concreto, estas cantidades se reclaman para el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Valladolid, así como por el coste del trabajo e investigaciones perdidas, sin incluir el mal moral.

El acusado, que era becario del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), realizaba su tesis doctoral en octubre de 2017 bajo la dirección del doctor C.V, con el cual mantenía «serias discrepancias y grandes diferencias», tal como se recoge en el escrito de la acusación pública, y a esta circunstancia atribuye la supuesta destrucción deliberada de ordenadores de uso académico.

En el relato de hechos, el fiscal apunta que el becario se hizo con un programa cuya finalidad inicial era probar puertos USB contra ataques de sobrecarga pero fue adaptado y comercializado como USBKiller.

Este programa, una vez conectado con el dispositivo que se quiere destruir, recoge la energía de las conexiones de alimentación hasta que consigue los 220 voltios para después descargarla de golpe en el dispositivo, con lo que se consigue destruir la placa base rápidamente.

De esta manera, siempre según el acusador público, el entonces becario usó el USBKiller el 19 de octubre de 2017 para conectarlo a dos ordenadores del despacho de su director de tesis y que eran utilizados también por otra doctora, consiguiendo así quemar la placa base y dejarlos totalmente inutilizados, para la tarde, con el mismo 'modus operandi', hacer lo mismo con el portátil personal de su profesor, propiedad del Instituto.

Se le imputa igualmente haber destruido la placa base de un cuarto ordenador del laboratorio, así como haber dejado también fuera de servicio equipos informáticos de este laboratorio y los instalados en zonas comunes, incluso uno perteneciente a otra becaria.

De manera global, habría inutilizado 21 ordenadores y otros dos tuvieron que ser sustituidos, lo cual, según los cálculos realizados, causó daños superiores a los 10.000 euros, sin contar los perjuicios derivados del pago del IVA de la reparación y del coste del trabajo perdido.

También incide la acusación pública que los daños causados hicieron inaccesible el acceso a la información contenida en los ordenadores hasta su reparación y recuperación de los datos y a fecha de 6 de febrero de 2018 no se pudo realizar la reparación completa del programa contenido en uno de ellos, que opera un equipo de imagen de fluorescencia situado en un laboratorio.

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