Turismo
La crisis de la covid-19 dispara un 40% la demanda de autocaravanas como alternativa «más segura» para ir de vacaciones
El interés por camperizar furgonetas crece un 140% en las puertas de la campaña de verano
Teniendo en cuenta el ritmo de llamadas y visitas, ASEICAR calcula que el alquiler de autocaravanas de este verano –de junio a septiembre- crecerá un 40%, mientras que el de caravanas lo hará en menor medida. La diferencia se basa en las facilidades de movilidad y aparcamiento que permite el vehículo compacto, apunta Mata, que define el caravaning como «un sector que va de acuerdo con la situación provocada por la pandemia».
«Hay que mirarse las cosas por el lado bueno», asegura. Mata, que también es administrador de la empresa M3 Caravaning en Vilafranca del Penedès, insiste en que la pandemia de la covid-19 «ha hecho daño a todo el mundo», pero admite que las restricciones que comporta el coronavirus juegan a favor de su sector. «Se pide un'quédate en casa', y con la autocaravana viajas estando en tu casa», bromea.
Para afrontar el auge de demanda que están captando estos días, los concesionarios tienen que rehacer las previsiones de adquisiciones de vehículos. Joan Mata explica que el sector acostumbra a trabajar con una antelación de entre seis y ocho meses, «y el otoño pasado nadie tenía ni idea que tendríamos una pandemia».
A pesar del contratiempo, asegura que las empresas harán «todo el posible» para responder la demanda, ya que el parque de 6.000 autocaravanas que se alquilaron el año pasado a todo el estado español además de 200.000 familias les será del todo insuficiente.
Desde de ASEICAR defienden que el alquiler de las autocaravanas «no es muy caro si se tiene en cuenta que tienes cocina y lavabo», y aseguran que la media del precio se sitúa entre 120 y 150 euros al día. Con respecto a la compra, el precio de estos vehículos ronda los 60.000 euros. El sector admite que este será un año en que bajará el interés por adquirir una autocaravana de propiedad.
Después de casi un trimestre cerrados por el estado de alarma, Joan Mata dice que, estadísticamente, el número de autocaravanas vendidas en comparación el año pasado podría caer un 25% -la proporción de tres meses inactivos-, pero augura que la cifra a finales del 2020 acabará quedando en un descenso del 10%.
El ascenso que ha vivido el caravaning los últimos ocho años –de casi un 300%-, hace que los concesionarios linden con cierto optimismo la segunda mitad del año, después de la sacudida económica que les ha supuesto el cierre de los últimos meses y la pérdida de la campaña de Semana Santa. «Los meses cerrados cuestan de tragar», explica Mata, si bien confía en que el crecimiento de demanda que están experimentando hará que «todos los concesionarios puedan salir vivos y tranquilos» de este 2020.
Con respecto a los protocolos de desinfección de los vehículos a raíz de la crisis de la covid-19, ASEICAR ha establecido el uso de una máquina de ozono y de peróxido de hidrógeno fumigado. El tratamiento se aplica al interior de las autocaravanas durante treinta minutos y posteriormente el vehículo necesita una ventilación de dos horas. «Una vez acabado, marcamos el vehículo con una etiqueta para certificar que está higienizado», remarcan.
Convertir la furgoneta en una casa de vacaciones
Por otra parte, cada vez son más las personas que apuestan por hacer turismo de proximidad y ven una opción convertir una furgoneta en una vivienda de vacaciones. Bram Tecnologies, de Gironella (Berguedà), hace 10 años que se dedica a hacerlo. Equipan furgonetas con camas, cocina, lavabo y aquello que el cliente necesite. El sector ya vivía un buen momento, pero este año, a raíz del coronavirus, las consultas en la empresa se han incrementado en un 140%. «Faltará ver si todo este interés se acaba trasladando en ventas», explica al ACN el suyo comercial, Pep Martínez.
De momento, tienen lista de espera y el tiempo para entregar una furgoneta equipada es, aproximadamente, de unos tres meses. De todos modos, trabajan para conseguir que, si hace falta, la gente pueda tener el vehículo de vacaciones para este verano. El precio, sin embargo, es elevado y no está al alcance de todos los bolsillos. «Lo que sí hemos notado es que hay gente que, si se tiene que comprar un coche nuevo, apuesta por una furgoneta que la pueda utilizar como vehículo habitual y para marcharse de vacaciones», asegura a Martínez.