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Hasta un 15% de los talleres catalanes desaparecerán o se traspasarán después de la crisis de la covid-19

La actividad se sitúa en torno al 50% y se sube hasta el 80% en el caso de los vinculados a marcas oficiales

Imatge de recurs d'un taller

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Entre un 13% y un 15% de los talleres catalanes cerrarán o se traspasarán después de la crisis del coronavirus. Así lo apunta el presidente de la Federación Catalana de Talleres de Reparación de Automóviles y del Gremio Provincial de Talleres de Reparación de Automóviles de Barcelona, Celso Besolí, en declaraciones en el ACN, en que puntualiza que en la demarcación de Barcelona, donde se concentran la mayoría, será en entre un 8% y un 10%. Según Besolí, con esta cifra el gremio barcelonés ya se mujer por satisfecho porque ha sido muy duro», en referencia al paro de la actividad. Actualmente, los talleres mecánicos trabajan entre el 40% y el 50%. En cambio, los de los concesionarios oficiales lo hacen entre el 70% y el 80%, según el presidente de Fecavem, Jaume Roura.

El presidente de Gremio Provincial de Talleres de Reparación de Automóviles de Barcelona precisa que parte de estos negocios que están asomados al cierre o a ser traspasados pertenecen a propietarios que ahora mismo tienen en torno a 63 años y que ya se encuentran cerca de la edad de jubilación. Mientras tanto, el resto de talleres han ido levantando la persiana progresivamente, con puntas de trabajo durante las primeras semanas, sobre todo para cambiar baterías después de tanto tiempo con los vehículos parados.

«Como mucho, es trabajo de media hora. No podemos vivir de media hora de cambiar baterías para poder cubrir una jornada de cuatro horas para media jornada u ocho horas para una jornada completa», expone Besolí, que recuerda que algunos negocios han quedado abiertos porque fueron considerados servicio esenciales por el decreto del estado de alarma con el objetivo de dar servicio en otros sectores como los ambulancias, personal médico o policía, entre otros.

En la reanudación de la actividad, los mecánicos también tienen que tomar todas las medidas de seguridad e higiene para evitar contagios, como lavarse las manos con frecuencia, usar geles y respetar las distancias. Sobre este último requisito, Besolí explica que no es un problema porque algunas tareas como descargar una caja de cambios, que hace unos años requerían más de una persona, ahora se hacen con elementos hidráulicos. Y si a pesar de eso, dos mecánicos puntualmente no pueden respetar la distancia utilizan la mascarilla, añade.

En el momento de la reapertura, los talleres empezaron a una actividad de entre el 50% y el 60% y ahora ya ha bajado entre el 40% y el 50%. A pesar de eso, el presidente del gremio dice que la actividad es bastante irregular y se han hecho puntas del 65% una semana y ha caído hasta el 35% en otros. Además, también influyen las zonas.

Por ejemplo, en los territorios más acomodados, como Sant Cugat del Vallès y los Vallesos «funcionan muy bien» mientras que en algunas zonas de la costa el ritmo es inferior. Aparte, los negocios vinculados a la chapa y pintura han trabajado a un ritmo más alto porque quedó mucho trabajo retrasado del mes de marzo y que no se pudo adelantar por la pandemia.

En el caso de los talleres vinculados a los concesionarios de las marcas oficiales, ya están con una actividad de entre el 70% y el 80%, según detalla el presidente de Fecavem en declaraciones en el ACN. En cambio, en los concesionarios, que volvieron a abrir puertas el pasado 11 de mayo, la actividad destinada a venta tarda más en recuperarse y actualmente se encuentra entre un 50% y el 60%, pero ya ha permitido recuperar parte de los trabajadores a quienes se les tuvo que aplicar un ERTO. En relación a las ventas, después de la bajada de más de un 60% en mayo, Roura asegura que se empieza a notar más actividad y que en junio el recorte en ventas mejore ligeramente y se sitúe entre un 50% y un 60% menos.

En este sentido, el presidente de Fecavem reivindica la movilidad privada, ya sea en coche o en moto, porque «es una seguridad para las personas». «El transporte público tiene sus limitaciones y la movilidad privada da más tranquilidad y seguridad», argumenta Roura, que critica el Ayuntamiento de Barcelona por las modificaciones que ha hecho en el centro de la ciudad durante las semanas de confinamiento. Según sostiene, «no es oportuno» y reprocha al gobierno municipal que no haya consensuado estas medidas.

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