Desmantelan un punto de cría y venta ilegal de perros de raza en Blanes que acumulaba denuncias desde hacía seis años

En mayo de2014, los agentes del Seprona localizaron 38 perros no censados en la finca, anomalías en las instalaciones y en las cartillas veterinarias. Y alaño siguiente, tanto la Guardia Civil como los Mossos hicieron dos inspecciones más (en concreto, en los meses de marzo y agosto). Encontraron hasta 48 perros, a quien el propietario –que tampoco tenía licencia de núcleo zoológico- criaba de manera ilegal.

La finca ha seguido acumulando inspecciones durante los últimos años. En paralelo, el dueño de los animales había pedido varias veces censar los animales o intentar legalizar la finca, pero como no cumplía las condiciones, siempre se le denegaba. Además, como ha concretadola concejala, el propietario tiene abiertos expedientes sancionadores.

Marina Vall-llosada, que ha definido la finca como una «fábrica de cachorros», ha explicado que si bien los perros estaban en buen estado, el lugar donde vivían no cumplía las medidas adecuadas. «Las casetas de los animales no eran las adecuadas ni tampoco estaban asistidos por veterinarios», ha concretado la concejala de Blanes.

Denuncia por un perro muerto

Vall-llosada también ha alertado de los peligros de comprar perros en instalaciones como estas. En octubre del año pasado, de hecho, el propietario sumó una nueva denuncia a las que ya tenía, porque uno de los animales que había vendido murió. «Un agente de los Mossos compró un perro de raza Brac de Weimar por 475 euros y el animal contrajo el parvovirus», ha dicho la concejala.

Eso comportó que el policía denunciara el caso al Departamentde Territorii Sostenibilitat, y que los Agentes Rurales hicieran una nueva inspección en la finca conjuntamente con la Unidad Regional de Medio Ambiente (URMA) de los Mossos. Encontraron 48 perros, un tejón disecado, medicamentos, jeringas utilizadas y recetas veterinarias antiguas, entre otros. Además, también localizaron manuscritos del propietario sobre prácticas veterinarias, apareamientos de perros y documentos sobre transacciones económicas.

Operativo de vigilancia

La última inspección en la finca tuvo lugar, precisamente, ahora hace poco más de un mes. La llevó a cabo la Policía Local, que tuvo que montar incluso un operativo de vigilancia porque el propietario de la finca esquivaba los requerimientos de los agentes, diciendo que no se encontraba en su sitio.

La Policía levantó acta de las diferentes irregularidades. Entre estas, que el lugar no tiene licencia para hacer actividad de núcleo zoológico y que las instalaciones no eran las adecuadas. Se encontraron los perros viviendo en casetas hechas con restos de tablones de madera, puertas, somieres y colchones. Además, ningún veterinario visitaba los animales –algunos de los cuales sufrían sobrepeso- ni se les alimentaba como tocaba.

Acuerdo con el propietario

Hoy, y después de más de seis años, el Ayuntamiento de Blanes ha conseguido desmantelar la instalación ilegal de cría y venta de perros. Lo ha hecho, sin embargo, después de llegar a un acuerdo con el propietario, ante la lentitud de resolución de las diferentes denuncias.

El dueño de la finca ha cedido los animales al Ayuntamiento y al consistorio, a su vez, ha firmado un convenio con el Centro de Acogida de Animales de la Selva para que se los llevara a sus instalaciones. Allí, se harán cargo de los perros y tratarán de darlos en adopción.

La concejala de Protecciói Benestar dels Animals explica que se ha optado por pactar con el propietario después de ver cómo las administraciones «no ponen los esfuerzos necesarios por resolver situaciones como esta». De hecho, ha criticado el anterior gobierno municipal por no haber puesto freno a la actividad ilegal y ha dicho que aquello que han priorizado es, sobre todo, garantizar el bienestar de los perros.

«Nos queda una sensación agridulce; estamos felices por haber podido desmantelar este punto de cría y venta ilegal, pero no entendemos esta lentitud administrativa», ha dicho, en referencia a las diferentes denuncias. Vall-llosada también ha dicho que a partir de ahora el consistorio estará atento para ver si el propietario de la finca «reincide» en la actividad ilegal. Al hombre se le ha permitido quedarse cinco perros, que es el límite que recoge la ordenanza municipal.