Los espacios cerrados y al aire libre tendrán que garantizar 2,5 metros cuadrados por persona
El Gobierno no regulará límites de aforos a partir del 25 de junio
La consellera de Salut, Alba Vergés, ha defendido que la evolución favorable actual de la epidemia permite encarar esta nueva etapa con una «regulación más sencilla» que no se base en «prohibiciones».
El Gobierno ha descartado regular aforos en espacios cerrados y el aire libre, como se ha venido haciendo durante las diferentes fases de la desescalada. Sí que se mantendrán hasta el 25 de junio de un 50% en espacios cerrados y de un 75% en el aire libre, pero a partir de esta fecha el Gobierno establece la obligación de garantizar la distancia física de seguridad equivalente a una superficie de seguridad de 2,5 metros cuadrados por persona.
En los espacios al aire libre, la distancia interpersonal de seguridad puede rebajarse en caso de llevar mascarilla, un registro de asistentes o preasignación de localidades y se regule la circulación para evitar aglomeraciones en los cruces y los puntos de más frecuencia. También en caso que se establecen espacios sectoritzats con control de flujos de acceso y salidas independientes y no permeables entre ellos para un máximo de 2.000 personas, que pueden llegar a las 3.000 si son con asientos preasignados.
En cuanto a los espacios cerrados, fija la necesidad de sectoritzar la zona, con control de acceso y salidas independientes, pero limita al número máximo de personas en 1.000, que se puede doblar si hay localidades preasignadas. La distancia de seguridad se puede rebajar si se hace uso de la mascarilla, se llevaun registro de asistentes o haya preasignación de localidades, y se prevean medidas de circulación de los asistentes que eviten las aglomeraciones en los cruces o puntos de más afluencia.
Además, en el caso de los establecimientos de hotaleria y restauración, el Gobierno pide que se fomente la pre-reserva.
En congresos, ferias y actos similares, la resolución establece que se podrán hacer siempre que el número de asistentes se ajuste al aforo del lugar a partir de la superficie de seguridad de 2,5 metros cuadrados por persona. Habrá que llevar un registro de asistentes, promover medidas de circulación, controles de flujos de acceso y salida, y poner a disposición de los asistentes agua y jabón, o geles hidroalcohólicos. La superficie de seguridad se podrá rebajar si se hace uso de la mascarilla y si se sectoritza el espacio, con control de acceso y de salida independientes que tienen que ser de un máximo de 1.000 personas o hasta 2.000 cuando se sitúen en asientos preasignados.
Planes sectoriales
La resolución del Procicat también establece que habrá que aprobar planes sectoriales para una quincena de ámbitos de actividad, como universidades, servicios sociales, centros docentes, transportes, establecimientos comerciales, de hostelería y restauración, turismo, locales de ocio nocturno, ocio infantil, ferias y congresos, instalaciones deportivas, equipamientos culturales o fiestas y acontecimientos populares. Los planes sectoriales ya aprobados durante las fases de la desescalada se tendrán que adaptar a la nueva situación.
«Auto-responsabilidad» de la ciudadanía
Vergés ha remarcado que en esta nueva etapa «lo más importante es la auto-responsabilidad de toda la ciudadanía», ya que habrá «que «convivir» con el virus mientras no haya vacuna ni un tratamiento efectivo. La consellera ha remarcado que evitar contagios «depende absolutamente» de un esfuerzo colectivo y solidario.
En este sentido, la resolución establece una serie de medidas de protección individual que tendrá que adoptar la ciudadanía, entre las cuales está la higiene frecuente de manos, evitar toser directamente al aire, el mantenimiento de grupos de convivencia habituales lo más establece posible, y el uso de la mascarilla cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad. También se marca la preferencia de espacios libres a la hora de hacer actividades, la ventilación correcta de espacios cerrados y la limpieza y desinfección de superficies.
Estas normas también son exigibles a los titulares de empresas o establecimientos de uso público, y se ordena que los responsables de actividades garanticen una atención preferente a las personas vulnerables para minimizar el tiempo de estancia en el interior de locales y que faciliten su movilidad en el interior.
También se pide que aquellas personas que tengan síntomas de covid-19 contactos con el sistema público de salud y seguir las indicaciones de aislamiento.
Uso obligatorio de mascarilla
La resolución también fija el uso obligatorio de mascarilla para los ciudadanos mayores de seis años en la vía pública, espacios al aire libre y espacios cerrados abiertos al público siempre que no sea posible mantener una distancia de 1,5 metros con otras personas con quien no se mantiene un contacto próximo muy habitual. También se mantiene la obligatoriedad de la mascarilla en el transporte de viajes por carretera o por ferrocarril, excepto si todos los ocupantes del vehículo son personas que tienen un contacto muy habitual.
No será necesario el uso de mascarilla en el caso de los pasajeros de barcos y embarcaciones quian se encuentren dentro de su cabina, y cuando se pueda mantener la distancia de 1,5 metros en las cubiertas o espacios exteriores.
En cambio, el uso de mascarilla no será exigible en el caso del ejercicio físico deportivo al aire libre, en supuestos de bastante mayor o cuando la naturaleza de las actividades de uso de la mascarilla sea incompatible. También quedan exentas las personas que sufran una enfermedad o dificultad respiratoria que se pueda ver agravada por esta utilización, que no dispongan de bastante autonomía para sacarse la mascarilla a causa de una discapacidad o dependencia, o bien presenten alteraciones de conducta.
Reuniones familiares
Con respecto a las reuniones familiares y actividades sociales, la resolución no pone ningún límite concreto de personas pero sí establece una serie de indicaciones. Se podrán hacer de manera preferente con las personas que mantienen un contacto muy habitual, «siempre que no se generen aglomeraciones ni se superen las limitaciones en el aforo que se establezcan» y «siempre que se respeten las normas de protección individual». Se considera aglomeración cuando no se puede mantener física interpersonal de seguridad.
Régimen sancionador
La resolución establece que corresponde a los ayuntamientos y a la Generalitat la vigilancia, la inspección del control de las medidas, con especial atención al cumplimiento de aquellas destinadas a evitar aglomeraciones y garantizar las distancias de seguridad. En este sentido, se prevé desplegar un régimen sancionador.
Sistema sanitario
La titular de Salutha asegurado que el sistema sanitario es «muy diferente» ahora que hace tres meses, antes del inicio de la pandemia, y que sale «reforzado». Vergés ha defendido que el sistema tiene más capacidad diagnóstica del coronavirus, de identificar precozmente los casos y hacer el seguimiento de contactos y aislamientos. Uno de los principales objetivos de esta etapa es «detectar rápido los brotes» y «actuar», ha recordado.
Preguntada sobre si la sociedad se tiene que preparar para confinamientos puntuales en las próximas semanas cuando se detecte un brote importante, como está pasando en China o Alemania, la titular de Salutha señalado que la respuesta no tiene «por qué ser un confinamiento», sino que se pueden aplicar otras medidas para «actuar como barrera de contención», pero no ha profundizado en esta cuestión.
Preguntada por las residencias, uno de los lugares más vulnerables y donde la covid-19 ha afectado con más crueldad, Vergés se ha remitido al plan de desconfinamiento basado en la clasificación según si no tienen casos del virus ('verdes'); si tienen alguno pero los espacios están bien sectoritzats y con zonas limpias ('naranjas') o si todavía hay riesgo de contagio ('rojas'). La consellera ha señalado que están trabajando en un plan de contingencia para preparar las residencias en este marco.