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Judicial

Más de cincuenta años de prisión para un entrenador de fútbol que violó a varios menores en Viladecavalls

El acusado tenía 18 años en el momento de los hechos y se aprovechaba de su posición ante sus jugadores

El club analizará este lunes si se ha incumplido el código interno.

Suspenden un partido de fútbol femenino para|por los insultos machistas hechos por el equipo de veteranos del mismo clubPixabay

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El Tribunal Supremo ha confirmado los 54 años de prisión para un entrenador de fútbol que violó a varios menores en Viladecavalls entre 2007 y 2015. El acusado tenía 18 años cuando empezó a llevarse jugadores a su casa, donde con la excusa de hacerles un masaje, les acababa haciendo felaciones o masturbando, obligándolos también a hacérseloa él. Había tres menores que iban, todos entre 13 y 14 años. Las agresiones sexuales las hacía uno por uno, pero en alguna ocasión las hizo en grupo. La Audiencia de Barcelona y también el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya lo condenaron por tres delitos de agresión sexual, uno de abuso y otro de tentativa.
Cuando los chicos se intentaban negar les amenazaba, les agredía e incluso a uno lo cogió por el cuello como para estrangularlo. Uno de los menores cambió con él de equipo y siguió sufriendo los abusos hasta finales de 2010.

Cuatro años más tarde también se ha acreditado una tentativa de abuso a un menor que conoció en una discoteca de Terrassa donde trabajaba. El2015 le hizo una felación a un jugador de 15 años, que se marchó del equipo y ya no volvió, y también coaccionó a una chica de 14 años para tener relaciones sexuales a cambio de un trabajo en la discoteca, obligándola también a enviarle fotos desnuda y vídeos masturbándose.

El Supremo cree que el acusado se aprovechó de su condición de entrenador, de la autoridad que tenía y de la relación de confianza que había generado con las víctimas. El entrenador recurrió al alto tribunal argumentando que las únicas pruebas eran las de los testigos de los menores, y que todos juntos estaban en plena adolescencia, ya que él tenía 18 años.

El tribunal, sin embargo, destaca que los chicos mantienen la explicación de los hechos aunque han pasado diez años, perdiendo concreción del detalle, pero «sin que eso afecte al núcleo» del relato. Las declaraciones de unos corroboran las de los demás. Con respecto a la edad, remarca que la diferencia de cinco años es suficiente como para marcar «ostensibles diferencias en la psicología de los intervinientes», ya que uno era el entrenador y los otros eran «simplemente unos niños», destaca el Supremo, que añade que los menores veían en el agresor su «referente».

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