Laboral
Cerca de seis de cada diez empresas que han hecho un ERTE creen que tenderán a reducir plantilla
El 88,3% ha visto reducida su facturación en un 43,4% por término medio por culpa de la crisis de la covid-19
En cuanto a las expectativas en las ventas para este 2020, las del segundo mejoran respecto del primero, aunque siguen siendo muy «desfavorables». Así, si en la primera mitad de año un 65,6% consideraba que las ventas disminuirían, este porcentaje cae hasta el 47,2% a partir en junio de cara al segundo semestre, mientras que si bien sólo un 5,8% preveía que aumentarían el primer semestre, durante la segunda mitad de año sube hasta el 15,6%. De nuevo, las peores expectativas están entre aquellas empresas que han tenido que hacer un ERTE y entre las microempresas.
Por otra parte, como consecuencia de la crisis sanitaria de la covid-19, la facturación impactó en casi el 73% de los aprestos internacionalizados y el 31,7% el señalado como «muy alto», según detalla el estudio elaborado por el CGE y el COGITI, en colaboración con Faedpyme, y dirigido por los economistas Salvador Marín, Domingo García Pérez de Lema y Francisco Javier Martínez.
El 41,5% de las empresas asumen que el teletrabajo se mantendrá
De la encuesta hecha por el CGE y el COGITI, también se desprende que el 73,5% de los trabajadores han hecho teletrabajo como consecuencia de la crisis sanitaria, mientras que el 26,5% no optó por esta opción. De las empresas que sí la adoptaron, el 41,5% calcula que cuando finalice la emergencia sanitaria por el coronavirus, seguirán trabajando en remoto.
En este sentido, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentí Pich, ha propuesto que las empresas que se acollen a esta modalidad se puedan acoger a una deducción por inversiones en teletrabajo en relación a la Declaración del Impuesto sobre Sociedades correspondiendo en el 2019.
Pich también ha señalado, sobre la situación de las empresas, que es «evidente que la situación es delicada» y que hay motas variables de las cuales todavía se desconoce la evolución. En más, ha apuntado que hace falta una mayor preparación para la adaptación de las empresas a la digitalización y en el aspecto financiero ha destacado de lo que sea de las preocupaciones iniciales entre los empresarios encuestados en relación a la crisis financiera del 2008. En este sentido, lo ha atribuido a efectos de las líneas ICO y que las empresas están más capitalizadas de lo que hace doce años.
En cuanto a las medidas para salir de la crisis, la que reúne más consenso entre microempresas, pymes, grandes empresas y las que se han acogido a un ERTE en un ranking del 1 al 5 son que se reduzcan las cuotas a la Seguridad Social. Las pymes, sin embargo, la sitúan en tercer lugar y priorizan una mayor flexibilización laboral y ayudas a la inversión. También destaca que la segunda prioridad para las grandes empresas es que se implante una ayuda para la formación y el reciclaje del personal, por delante a la digitalización de la empresa y una flexibilización laboral. Por su parte, tanto las microempresas como las que han aplicado expedientes de regulación temporal de empleo también consideran importando reducir la presión fiscal.
En cuanto a las medidas para estimular los mercados, las más valoradas son las ayudas para la digitalización de los clientes y consumidores, con una valoración del 3,71 (sobre 5); en el ámbito de la competitividad también resalta las ayudas para la digitalización de las empresas (3,85) seguido de las ayudas para formación y el reciclaje de empresas (3,78); y en el financiero la necesidad de estimular el crecimiento con ayudas a la inversión (3,98).
El presidente del COGITE, José Antonio Galdón, ha afirmado que la sociedad española «necesita y estabilidad y que realmente se deje las empresas trabajar, invertir y que proporcionen inversión». «Es el clima que estamos pidiendo», ha añadido Galdón, que ha lamentado las «bajas expectativas de los empresarios» y ha subrayado que aunque hay «voluntad falta ilusión».
La encuesta del CGE y el COGITI se ha elaborado entre el 11 de mayo y el 4 de junio sobre una muestra de 2.400 empresas, de las cuales 1.225 empresas del Estado (95 eran catalanas), 670 son firmas y despachos profesionales de Economistas (59 en Cataluña) y 492 de graduados e ingenieros técnicos industriales (38 en Cataluña). Los sectores que han participado pertenecen a la industria, a la construcción, al comercio y a los servicios.