Ocio
Volar en globo en tiempo de pandemia: el sector se adapta para conseguir reservas de proximidad
El sector reanuda la actividad después de tres meses de paro y lo hace con mascarillas, desinfección y mamparas de seguridad
Y llega el momento de subir. Comparten cesta con dos familias más y se les informa de que tienen que llevar la mascarilla en todo momento. Para separarlos, hay instalada una mampara de plástico. «No es obligatorio pero creemos que da más sensación de seguridad», explica el propietario de la empresa y piloto, Antoni Colom. Y a medida que la cesta va despegando, los pasajeros disfrutan de la experiencia de ver el paisaje desde las alturas.
Hace poco más de una semana que esta empresa ha reanudado la actividad. El estado de alarma también obligó a bajar la persiana y ahora han empezado a «medio gas». Colom explica que han empezado con uno o dos vuelos por día (en temporada alta vuelan hasta cinco globos) y la previsión es ir incrementando la actividad poco a poco pero sin ocupar al 100% las cestas para dar más sensación de espacio (la normativa no los obliga a reducir el aforo). Una parte son reservas reprogramadas como la familia González pero también les están entrando nuevas peticiones para volar próximamente.
Esta empresa, dedicada a los vuelos en globo desde 1992, ha tenido que presentar un ERTE pero confía ir incorporando a los seis trabajadores que tiene a plena jornada a medida que pasen las semanas. En todos los años que llevan volando es la primera vez que sufren un paro de tres meses pero lo viven con un cierto optimismo esperando que no haya rebrotes que obliguen a un nuevo paro. El turismo extranjero, sobre todo francés, sólo representa entre un 10 y un 20% para su negocio y confían en que el turismo de proximidad compense la bajada. «La campaña de otoño suele ser buena aquí y esperamos que la gente que no viaje este verano venga a volar», detalla.
Las mamparas de plástico, opcionales
Los vuelos en globo se rigen por la normativa aeronáutica y, por lo tanto, al igual que pasa con los aviones, no es obligatorio mantener la distancia de seguridad de un metro y medio mientras se está volando. Sí que es de obligado cumplimiento el uso de mascarilla y el lavado de manos como mecanismo de protección así como la desinfección de los vehículos y cestas.
Desde el sector surgió la idea de colocar pantallas de plástico desmontables para dar una mayor sensación de seguridad al cliente. Y la empresa de Igualada las diseñó. Según la directora de operaciones de la compañía, Neus Lladó, van atadas con cintas al globo y contribuyen a dar más sensación de seguridad durante el vuelo pero no son obligatorias. De hecho, ha dicho, hay empresas que consideran que con las mascarillas y una buena higiene de manos es suficiente.
Respecto a la desinfección, Lladó ha explicado que desde de Ultramagic llegaron a la conclusión de que la tela del globo no hacía falta desinfectarla, ya que en cualquier vuelo la tela supera los 60 grados de temperatura y, por lo tanto, «el virus desaparece totalmente». Además, Lladó ha explicado que los productos desinfectantes la podrían estropear. Sí que recomiendan la desinfección de la cesta porque es resistente a los productos que se utilizan.
Poca afectación de la pandemia en la fabricación de globo
Ultramagic ha reanudado la actividad desde hace unas semanas. La empresa cesó temporalmente la actividad y pidió un ERTE a raíz del doble confinamiento de la Conca d'Òdena y como medida de seguridad de los trabajadores. El taller, sin embargo, continuó activo porque participaron en un proyecto de fabricación de mascarillas.
Actualmente «cuesta un poco más» que entren pedidos pero actualmente están a «pleno rendimiento» con las que han quedado retrasadas por el paro de actividad de la covid-19. De hecho, Lladó se muestra optimista de cara al futuro y cree que «si no hay ningún rebrote a nivel mundial, los pedidos irán entrando porque la gente tiene muchas ganas de viajar y pasárselo bien».
Las previsiones de producción de la compañía son similares a la de los últimos años y confían cerrar el año con un centenar de globos fabricados. «Quizás bajaremos un poquito, pero como teníamos muchos encargos y además veníamos de una época muy fuerte, quieras o no eso se nota», ha apuntado Lladó, que cree que eso hará que «muchas empresas aguanten y puedan continuar». La empresa tiene una cincuentena de trabajadores y exporta un 90% de su producción.