Sociedad
Las mujeres y los menores de 35 años, los más afectados por la crisis de la covid según el informe del Banco de España
Las industrias «sociales», las más impactadas, ocupan casi la mitad de estos colectivos
Además, el informe revela que el impacto de posibles pérdidas de lugares|sitios de trabajo en las industrias sociales sobre el hogar será menor si el resto de miembros de la unidad familiar obtienen el sueldo de otros sectores. De hecho, según el ente, la mitad de los trabajadores afectados vive en un hogar que percibe menos del 55% de su renta de las industrias sociales.
En cambio, la mitad de los trabajadores de industrias regulares –menos castigados por la crisis- vive en hogares en los cuales más del 63% de su renta proviene de estos sectores. Por lo tanto, concluye el organismo, las rentas del resto de miembros del hogar permiten un cierto grado de seguridad, a pesar de que limitado, anteposibles despidos en los sectores más afectados.
De hecho, durante la crisis del 2008, las rentas de uno de cada dos trabajadores de la construcción –el sector más afectado por aquella crisis- suponían al menos el 50% de la renta del hogar. En esta ocasión, las rentas de uno de cada tres trabajadores afectados exceden este 50%.
El documento, además, detalla que los hogares con trabajadores de industrias sociales disponen, en general, de recursos más limitados para sostener el gasto. De hecho, la mitad de los trabajadores de las industrias sociales que se han visto afectadas por esta crisis viven en casas que tienen ahorros inferiores a un mes de renta del hogar.
Entre los trabajadores de industrias regulares, en cambio, la posición financiera mejora porque el 26% reside en hogares en los cuales los activos financieros son inferiores a un mes de renta y el 50% tiene activos superiores a cuatro meses y medio de renta.
Un impacto «asimétrico»
Ante esta situación, que afecta especialmente jóvenes y mujeres, el ente apunta a la conveniencia de «focalizar» las medidas de sostén de las rentas y el trabajo. De manera tal que tengan en cuenta el impacto «asimétrico» en la crisis actual sobre determinados gripes de trabajadores particularmente vulnerables». Entre ellas, la necesidad de impulsar la formación en otras «habilidades» que pudieran tener demanda en diferentes sectores con potencial de crecimiento elevado para incrementar las posibilidades de encontrar trabajo.