Australia confina a 300.000 personas en Melbourne por un retoño de coronavirus
Se hará una investigación judicial sobre la gestión de las cuarentenas en los hoteles de Melbourne
Las autoridades australianas anunciaron este martes que impondrán una cuarentena obligatoria de cuatro semanas a los residentes de diez áreas de la ciudad de Melbourne, tras el aumento exponencial de casos de COVID-19 por un rebrote de contagios.
La orden de confinarse en casa entrará en vigor a partir de las 23.59 del miércoles hasta el 29 de julio próximo, explicó el jefe del gobierno del estado de Victoria, Daniel Andrews, en una rueda de prensa.
Andrews también anunció una investigación judicial sobre la gestión de las cuarentenas en los hoteles de Melbourne para las personas procedentes del extranjero entre finales de mayo y principios de junio, ya que se sospecha que el rebrote está vinculado a transgresiones de las directrices para controlar la COVID-19.
Andrews explicó que «un número significativo» de los casos en el norte de Melbourne se ha atribuido, mediante la secuencia genómica, al personal de los hoteles en los que se contravino la cuarentena y los protocolos de control de las infecciones.
El gobierno de Victoria también pedirá al primer ministro australiano que se desvíen los vuelos internacionales a Melbourne durante las próximas dos semanas para reducir el número de personas alojadas en los hoteles de confinamiento obligatorio, aunque se mantendrán los vuelos domésticos.
Las autoridades del estado, que impusieron al principio de la pandemia las restricciones más estrictas del país, han realizado unas 93.000 pruebas para detectar el nuevo coronavirus entre sus habitantes durante los últimos cinco días, cuando redobló su plan de detección de COVID-19, que incluye indagaciones casa por casa.
El gobierno de Victoria, que ha pedido refuerzos al Ejecutivo central y a los otros estados para hacer frente a la crisis, ha informado de 71 nuevos casos desde el lunes, una gran parte de los mismos vinculados al rebrote, con lo que el total de infecciones desde el inicio de la pandemia se eleva a 2.099.
Australia, que ha logrado controlar la COVID-19 y ha reanudado una gran parte de sus actividades económicas, registra desde principios de año más de 7.760 casos del nuevo coronavirus, que incluyen 104 fallecimientos, de los cuales más de 7.000 se han recuperado.
Actualmente, a excepción de Melbourne, la mayoría de los nuevos casos de COVID-19 corresponden a las pocas personas que llegan del extranjero, dado que el país mantiene sus fronteras cerradas.