Sociedad
El CSIF denuncia que en el Centro Penitenciario de Ponent se trafica con medicamentos
Revelan que la ingesta incorrecta de las dosis prescritas ha causado situaciones «gravísimas» e incluso una muerte
Por este motivo, desde el CSIF han remitido un escrito al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria en que afirman que, en la prisión de Ponent, «el tráfico sistemático de pastillas es diario» y que causa «alteraciones gravísimas de la conducta de un gran número de internos». Añaden que el tráfico de medicamentos, además, hace que aquellos internos que tendrían que tomar su medicación, especialmente la meditación psicotrópica, no se la toman y que los internos que no tienen prescrita medicación, se la toman. En definitiva, dicen, «el resultado de esta medicación es justamente el contrario de lo que se pretende».
Denuncian situaciones «gravísimas» y una muerte
Desde que el CSIF denunció estos hechos en octubre, se han dado varias situaciones «gravísimas», una «con resultado de muerte». Desde el sindicato explican dos situaciones aunque aseguran que hay muchas más.
En el primer caso, dicen, un interno, J. A. J. R., fue hospitalizado, con pronóstico muy grave. De los informes de los funcionarios y de los familiares que convivían con este interno en la prisión, se infiere que la causa de su hospitalización fue una sobredosis de pastillas. Añaden que estuvo ingresado varios días en el UCI y que finalmente se recuperó y reingresó a prisión.
En el segundo, en cambio, el interno F. J. J. fue hospitalizado, con pronóstico muy grave y acabó muriendo el 19 de diciembre de 2019. De los informes de los funcionarios de servicio se infiere, según el sindicato, que la causa de su hospitalización fue también una sobredosis de pastillas.
El 70% de los reclusos han traficado al menos una vez
El sindicato remarca que a casi el 50% de los internos se les suministra alguna medicación, que más del 70% de la población reclusa que toma medicación psicotrópica ha traficado, al menos una vez, con esta medicación y más del 30% lo hace de manera habitual. Además, añaden, la pandemia del coronavirus ha agravado el problema.
«Desde que se aplicó el estado de alarma por la covid-19, la población reclusa ha tenido suspendidas las comunicaciones orales, las comunicaciones familiares e íntimas y se ha prohibido la entrada de paquetes» para evitar contagios de los internos, explican. El resultado de estas prohibiciones, añade el sindicato, ha supuesto una «bajada notabilísima» de las aprehensiones de droga, pero por el contrario «ha supuesto un aumento, incluso mayor, del tráfico de medicación, especialmente la psicotrópica».
Por todo eso, el CSIF ha remitido un escrito al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria donde los solicita que intervengan y acaben con esta problemática administrando la medicación de forma diluida. El objetivo es dificultar el tráfico de medicamentos y que les ingieran aquellos internos que los tengan prescritos.