Judicial
Juzgado un cargo de los Testigos de Jehová por agredir sexualmente a una menor en Barcelona
Hizo tocamientos a la hija adolescente de un compañero de piso entre 2017 y 2018
Una noche entró en la habitación donde dormía la menor, le bloqueó una muñeca y la agredió sexualmente a pesar de la resistencia y llantos de la chica, a quien dijo que no dijera nada. Unos tres días más tarde, hacia las 5 o las 6 de la madrugada, volvió a hacer lo mismo. La menor volvió a Suiza a finales de las vacaciones, pero el 8 de julio volvió a Barcelona para pasar las vacaciones de verano. El 8 de julio el procesado volvió a actuar de la misma manera que anteriormente, y esta vez la menor no pudo ofrecer resistencia porque estaba totalmente paralizada por el miedo.
Finalmente, el 27 de julio el procesado consiguió vencer las reticencias de la menor y la llevó a su furgoneta, que tenía aparcada en el aparcamiento del MACBA. Se sentó a su lado en los asientos de atrás, le levantó la camiseta a pesar de la resistencia de la menor y le lamió los pechos. No intentó nada más porque la chica tenía la menstruación. A causa de todos estos hechos la menor sufrió varias crisis de angustia y ansiedad y necesitó tratamiento médico para superarlo.
Durante el juicio, el hombre ha negado totalmente los hechos y ha asegurado que sólo dio besos en la mejilla a la menor porque era como su nieta. No obstante, no ha podido justificar mucho porque dijo en varios mensajes posteriores a su madre que le pedía perdón y que no la había tocado. La niña, según él, dormía con su padre y él nunca estuvo a solas con la menor. Según él, la niña lo denunció porque él no había querido empadronar a su padre en el piso.
Por su parte, la menor ha ratificado totalmente los hechos. Una amiga de la víctima, que fue la primera que conoció los hechos en julio de2018, ha explicado que la chica le explicó por mensaje y que inicialmente ella no se lo creyó. No obstante, notó que la chica estaba muy triste, apagada, cambiada y se tapaba más, y que no quería estar sola en casa del religioso.
Su madre y su tía notaron que la chica tenía dolores de cabeza, insomnio, pesadillas y angustia, y no fuehasta agosto de2018 que les explicó los hechos. Enseguida la llevaron a denunciarlos a los Mossos y después en Sant Joan de Déu para hacer una exploración médica. La mossa y la médico que la atendieron inicialmente han dado plena credibilidad a los hechos relatados por la menor.
Dos nietas del acusado y muy amigas de la víctima han explicado que durante la Navidad de2017 y julio dl 2018 ellas durmieron algunas noches a la misma habitación que la chica, pero no todas.
Por todo eso, la fiscalía le pide 30 años de prisión, 15 por cada delito continuado de agresión sexual a menor, libertad vigilada durante diez años más, prohibición de aproximación o comunicación con la víctima durante diez años más después de salir de prisión e inhabilitación por actividad u oficio relacionado con menores de edad durante cinco años después de salir de prisión. También pide que pague 20.000 euros a la víctima como indemnización.