Salud pide en los hoteles habilitados durante la pandemia su disposición «para cuando haya que utilizarlos»
Actualmente hay activos en Barcelona el Condal Mar y el Sagrada Família, con 63 y 53 plazas ocupadas respectivamente
En estos momentos el Condal Mar by Melià, en el Poblenou, tiene 168 plazas disponibles y tiene 63 ocupadas por pacientes mientras que el Hotel Sagrada Familia tiene 78 plazas, de las cuales ya hay 53 ocupadas por personas con un perfil de doble vulnerabilidad social que necesita acompañamiento.
El director de los hoteles Melià de Barcelona, Enrique Aranda, dice que la situación actual «no es muy buena» porque ahora tienen una sesentena de pacientes en el Condal Mar y hace dos semanas sólo tenían tres. «A los hoteleros nos gusta tener todas las habitaciones llenas pero en este caso cuanto más vacío mejor porque quiere decir que las cosas van bien», apunta.
De momento, el Condal Mar no tiene fecha prevista para dejar de funcionar como equipamiento para enfermos. Por el contrario, el hotel de la Sagrada Familia, que es un proyecto gestionado para|por el consistorio y con el apoyo de Salud, tiene previsto finalizar la actividad a finales de agosto, pero es una fecha «revisable». Está pensado especialmente para casos que aparte de sufrir la crisis sanitaria tienen una «emergencia social» en su día a día.
Claves «del éxito»
Peña explica que el proyecto de Hoteles Salud permitió la contención de la pandemia comunitaria a la vez que daba oxígeno al sistema sanitario para ensancharse y dedicarse en los positivos de covid que necesitaban ingresar en el UCI o requerían una hospitalización aguda.
Por otra parte, destaca que «el éxito» de la iniciativa tiene que ver con la coordinación y el cribado clínico y social de los pacientes, es decir, al tener una mirada integral sanitaria y social. De hecho, asegura que el papel de los trabajadores sociales sanitarios ha sido muy importante en el acompañamiento a los enfermos y las personas vulnerables.
Como posibles mejoras en el proyecto, detecta Peña, se podría consultar la opinión de la ciudadanía, como por ejemplo se ha hecho en el caso del Hotel Sagrada Familia con los alojados. «Eso nos ayudaría a ver qué es lo que tenemos que mejorar», indica. Además, también mejoraría la «flexibilidad» de la administración para tener fórmulas jurídicas que permitan hacer conciertos y contratos para dotar de más personal y con todo el material necesario los equipamientos.
Uso de los hoteles en el futuro
«Ojalá no tengamos que usar los equipamientos hoteleros pero os pido que los hoteles que habéis dispuesto a salud los mantengáis para cuando haga falta», afirmaba el director del Servicio Catalán de la Salud, Adrià Comella, en una sesión el jueves con diversos de los agentes implicados.
Comella considera que la adaptación que se hizo en su momento fue «brutal» pero recuerda que la enfermedad no está eliminada. «Nos volveremos a encontrar», dice pidiendo situarse lo mejor posible en el peor escenario.
Por eso, no descarta tener que reactivar los hoteles salud y ve positivo que en aquellos que sirvieron de oxígeno al sistema sanitario ya tengan «circuitos elaborados» y un personal «más experimentado». «Ya hay una dinámica hecha, ganar tiempo con eso es esencial», afirma matizando que si hace falta volver a hacerlo -con más o menos intensidad- sea «muy rápido».
Los hoteles, predispuestos a ayudar
El director del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, dice al ACN que haber podido colaborar activamente como sector ha estado «realmente gratificante». Con respecto a una posible ayuda de cara el futuro, Casals no tiene dudas: «Paraeso estamos, lo hemos demostrado ahora y otras veces». «Nos volverán a encontrar con todo lo que pueda», concluye.
Uno de los hoteles que llegó a acoger más pacientes fue el Melià de Sarrià, que alojó a 531 personas entre el 29 de marzo y el 30 de junio, periodo durante el cual funcionó como Hotel Salud, con un pico máximo de hasta 280 pacientes al mismo tiempo.
Aranda asegura que la experiencia fue «única» porque entonces no se sabía lo que se sabe hoy del virus ni tampoco cuáles son las necesidades. «Teníamos miedo, es luchar contra algo que es invisible, cuándo vimos a la cara de angustia con la que venían las personas nos afectó mucho», admite.
Después, poco a poco, recuerda que autobuses de TMB -utilizado para transportar pacientes- ya no llegaban llenos. «Nuestra tarea como hoteleros fue dar confianza e intentar subir el ánimo», comenta.
Cifras y datos del proyecto
El primer hotel que alojó pacientes fue el Cotton y lo hizo el 22 de marzo. En total ha habido 1.457 pacientes repartidos en siete hoteles Salud, en los cuales hay que añadir los 521 del Hotel Catalonia Plaza -medicalizado con otra lógica-, los 50 pacientes del Hotel Sagrada Familia para personas sin hogar que gestiona el Ayuntamiento de Barcelona y el Room Mary Carla, que alojó a 28 personas mayores provenientes de residencias. En global, suman 2.056 pacientes.
Aparte, cinco hoteles más sirvieron para acoger a 923 profesionales sanitarios y al menos 246 personas fueron alojadas por los pabellones Salud que servían de ampliación de los principales hospitales de la ciudad.
Con respecto a los pacientes alojados, la mayoría de ingresados estaban en la franja entre los 47 y los 55 años y había más hombres que mujeres.
El pico de ingresos en hoteles habilitados tuvo lugar el 8 de abril, con 70 pacientes, y fue reduciéndose hasta junio, con algún otro pico inferior.
El principal centro derivador fue el Hospital Vall d'Hebron, seguido de la atención primaria, el Hospital del Mar y el Hospital Sant Pau. De entre la primaria, los equipos desde donde se hicieron más derivaciones son Guineueta, Arrabal Sur y Roquetes, justamente en zonas donde hay mayor vulnerabilidad.