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Sanidad

El Pabellón Salud Lérida ubicado a Once de Septiembre estará listo a principios de agosto y tendrá capacidad para 70 camas

El espacio quedará a disposición de Salud y del Hospital Arnau de Vilanova para acoger pacientes leves de covid-19

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Los trabajos de montaje para habilitar el pabellón Once de Septiembre de Lérida en un hospital de campaña avanzan a buen ritmo y está previsto que finalicen el domingo 2 de agosto, según han indicado responsables de las obras. A partir de esta fecha, el espacio denominado Pabellón Salud Lérida quedará a disposición de Salud y del Hospital Arnau de Vilanova para acoger pacientes leves de covid-19 en función de las necesidades del centro. Contará con 70 camas, algunas de las cuales han llegado del Hospital del Pallars. El resto se traen de Barcelona. Con esta instalación, se quiere «aligerar la presión» que pueda tener el hospital leridano en caso de que sigan aumentando el número de casos positivos de covid-19 que requieren hospitalización.

El ingeniero responsable del montaje del hospital de campaña en el pabellón Once de Septiembre, Lluís de la Torre, ha explicado que las obras «grandes» acabarán el domingo 2 de agosto, fecha a partir de la cual el equipamiento quedará a «disposición del Hospital Arnau de Vilanova para lo que necesite». El «grosor de la obra» empezó este lunes y, en total, los trabajos para acondicionar el llamado Pabellón Salud Lérida tendrán una duración de dos semanas, fines de semana incluidos. De esta manera, al principio de agosto el equipamiento estará listo para que entre la parte asistencial, encargada de acabar de dotar el espacio en función de sus necesidades.

El Pabellón Salud Lérida está dividido en tres bloques. La mayor es la zona central que ocupa prácticamente toda la pista deportiva y donde se instalan los boxes con capacidad para 70 camas, aunque esta cifra se podría ampliar en alguno más», ha indicado De la Torre. A lo largo de la parte superior de esta se encuentra la llamada zona «de neto», donde se prepararán los medicamentos y estará el control de enfermería, mientras en la parte inferior próxima a los vestuarios está la zona «de sucio», donde se concentrarán las tareas de limpieza.

En caso que Salud decida para poner en funcionamiento el pabellón, este acogerá pacientes leves de covid-19. «Es gente que no está en el hospital porque no es grave pero que no puede estar en el hotel porque allí hay personas que ya están a punto de ir hacia casa», ha indicado al responsable del montaje del espacio.

En este sentido, De la Torre explica que el pabellón Once de Septiembre se convierte «en una planta más de lo que tendría actualmente al Arnau de Vilanova» con el objetivo «de aliviar la presión al hospital» para que allí puedan hacer otras actividades hospitalarias habituales, como operaciones.

La principal ventaja de convertir el pabellón en un hospital de campaña, según De la Torre, es que al tratarse de una «superficie muy grande, eso permite alojar muchas camas con una dotación asistencial relativamente pequeña», ya que las dimensiones del espacio hace que se pueda tener una dotación muy específica que facilita una movilidad muy rápida de un lugar a otro».

Por su parte, el responsable de infraestructuras del Instituto Català de la Salut en Lérida, Josep Marín, ha añadido que otra ventaja es que la infraestructura es «totalmente desmontable e incluso se puede reaprovechar» en otros espacios.

Por el contrario, el «handicap» es que el espacio «está pensado por actividades deportivas», pero no para acoger hospitales de campaña, ha dicho De la Torre. En este sentido, los trabajos contemplan la instalación de cuatro sistemas de climatización, ya que en el interior del pabellón la temperatura es bastante elevada, mientras el resto de instalaciones se han colocado sobre un pavimento flotante para tratar de no estropear la pista de juego deportiva del equipamiento.

Finalmente, Josep Marín ha indicado que el pabellón «se mantendrá así todo el tiempo que sea necesario» y, que en caso de que no se acabe activando sanitariamente, «se guardará hasta en septiembre u octubre, cuando se vuelva a ver cómo evolucionan los casos».

El mes de abril pasado, el pabellón Once de Septiembre estuvo a un paso de acoger un hospital de campaña, pero la tendencia a la baja de nuevos contagios de coronavirus hizo que el Departamento de Salud, en colaboración con los técnicos del Ayuntamiento de Lérida, optaran por dejar el espacio en fase de preactivación para poder ponerlo en funcionamiento en caso de que la evolución de la pandemia así lo aconsejara de manera inmediata. Con este objetivo se trasladaron 45 camas articuladas provenientes del Hospital Comarcal del Pallars y también se trabajó en la conectividad del espacio. «Se hizo el proyecto y nos quedamos en las puertas de iniciarlo pero al bajar la curva se consideró que no era imprescindible», ha explicado De la Torre.

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