Turismo
Barcelona vive un agosto sin casi turistas extranjeros
Muchos bares y restaurantes del centro han bajado la persiana
estación de Francia de Barcelona, tren
Barcelona tiene una fisonomía completamente diferente de la de los veranos anteriores. A pesar de estar lleno agosto, la afluencia de turistas extranjeros en arterias de la ciudad como la Rambla o el Paseo de Gracia es casi nula. Nada que ver con el 2019, cuándo la ciudad batió su record con 12 millones de visitantes, 2,3 millones en verano. De hecho, mantener la distancia de seguridad no es un problema porque las calles están prácticamente vacías y terrazas hay pocas porque muchos bares y restaurantes del centro han optado por bajar la persiana, algunos para siempre. Lo mismo pasa en las tiendas, muchas han decidido cerrar de forma definitiva. La mayoría de peatones son barceloneses o turismo interno que ve Barcelona «ideal para visitar».
Uno de los reclamos de la capital catalana es el modernismo, buena prueba eran las colas que se hacían los otros veranos ante la Sagrada Familia, la Casa Batlló o la Pedrera. Este año pero pasear por delante de estos emblemáticos edificios no es ningún problema. No hay ni rastro de turismo asiático y la mayoría de visitantes son de Cataluña y de todo el Estado. Los pocos extranjeros que se acercan son mayoritariamente franceses o italianos.