El Gobierno francés quiere generalizar la máscara en el trabajo
El martes se presentará a patronal y sindicatos una serie de propuestas para modificar los protocolos sanitarios
El Gobierno francés quiere generalizar la mascarilla en los puestos de trabajo en los que varios empleados coinciden en un mismo espacio cerrado porque casi la cuarta parte de los focos detectados de COVID-19 proceden de empresas y los rebrotes están creciendo de forma preocupante en el país.
La ministra de Trabajo, Elisabeth Borne, explica en una entrevista publicada este domingo en «Le Journal du Dimanche» que el martes presentará a patronal y sindicatos una serie de propuestas para modificar los protocolos sanitarios que entraron en vigor en las empresas al comienzo de la desescalada en mayo.
Su intención es que el nuevo dispositivo que salga de esas discusiones se aplique a la vuelta de las vacaciones «de aquí a finales de agosto» porque «los indicadores (epidémicos) no son buenos y hay que sacar consecuencias».
La principal propuesta a sindicatos y patronal, que Borne dice que está respaldada por todos los dictámenes científicos, es que tiene que ser obligatorio llevar mascarilla en lugares como «salas de reunión donde no hay aireación natural» o en los espacios de circulación.
También considera que las empresas tendrán que tener más cuidado cuando los trabajadores deban estar en un alojamiento colectivo, como ocurre con los temporeros, y lo mismo en espacios de trabajo fríos y húmedos.
Son referencias a conocidos casos de numerosos contagios de obreros agrícolas y de trabajadores en mataderos.
En cuanto a las oficinas configuradas con espacios abiertos (open spaces), la responsable de Trabajo dice que va a consultar con las autoridades sanitarias para ver si las placas de plexiglás que han puesto algunas compañías para separar a unos empleados de otros son eficaces.
Borne recuerda que ya en los protocolos actuales se recomienda el teletrabajo, en particular para las personas con una salud frágil, y porque permite disminuir el número de empleados que están simultáneamente en las instalaciones de la compañía.
Añade que hay que ponerlo en práctica «cada vez que es posible en las zonas de circulación del virus», como son ahora las dos grandes ciudades del país, París y Marsella.
De acuerdo con la Dirección General de Sanidad, un 24 % de los focos de contagio identificados en Francia entre el 9 de mayo y el 11 de agosto estaban en empresas.
Francia vive desde hace unas semanas un fuerte incremento de las infecciones de coronavirus. Después de tres días consecutivos con más de 2.500 casos, el sábado se declararon 3.310, la cifra más elevada desde mayo.