Mascarillas, clases reducidas y distancia social: las escuelas reabren en Europa con nuevas normas por el temor a los rebrotes

A pesar del repunte de contagios en la última semana, el gobierno francés se ha negado también a posponer el nuevo curso escolar que, eso sí, irá acompañadode restricciones. Profesores y alumnos mayores de 11 años tendrán que llevar mascarilla en todo momento, pero la distancia no será obligatoria en las aulas u otros espacios cerrados si no es «materialmente posible». Si bien Francia no prohíbe la mezcla entre grupos escolares, recomiendan limitar los encuentros entre estudiantes de niveles diferentes.

Si se detectan contagios, las autoridades francesas podrían optar por limitar las clases presenciales, confinar grupos escolares o, incluso, cerrar toda la escuela. Ahora bien, Francia no ha concretado cuántos infectados comportarían el cierre de un centro. Si se envían los niños a casa, el gobierno francés ha prometido dar apoyo a las familias con el material, en función de sus necesidades,

Gestión descentralizada y medidas dispares

En Bélgica cada comunidad establece las normas para reabrir escuelas. Por ejemplo, en Valonia la mascarilla será obligatoria en la secundaria y se cerrarán las aulas donde se hayan detectado al menos dos contagios. Todos los infectados tendrán que hacer cuarentena.

La reapertura de las escuelas en Alemania también depende de cada land y el curso está empezando a diferentes velocidades. El uso de las mascarillas es obligatorio en algunos estados y en otros no. En el caso de Holanda ni siquiera han llegado a imponer el uso obligatorio de la mascarilla a las escuelas, pero algunos centros lo están recomendando a sus alumnos.

En el Reino Unido las escuelas escocesas y norirlandesas ya abrieron a finales de agosto y ahora lo harán las inglesas y galesas. El gobierno de Boris Johnson ha instado en los centros a ampliar las medidas de higiene o a crear «burbujas de estudiantes» para limitar los contactos.

El uso obligatorio de la mascarilla es desigual por todo el Reino Unido. En la secundaria se pide llevarla en las áreas comunes donde no sea posible la distancia social. Sin embargo, en los centros que se encuentran en zonas confinadas o con estrictas restricciones su uso será obligatorio.

Con respecto al protocolo de seguridad, en caso de que se confirmen dos o más casos en una escuela se considerará que hay un brote, pero el gobierno británico no ve estrictamente necesario el cierre del centro y dejará la decisión en manos de las autoridades sanitarias. Delante de este escenario, se espera que las escuelas tengan un plan de clases a distancia preparado.

En Italia las clases se tendrían que reprender el 14 de septiembre, pero la reapertura todavía es incierta por la reticencia de algunas regiones que no se ven en condiciones para hacerlo y piden que se aplace. Así, las autoridades todavía están discutiendo sobre el protocolo sanitario en las escuelas.

Segunda reapertura en el norte

Algunos países europeos reiniciaron las clases presenciales antes del verano después de tres meses de confinamiento. Dinamarca y Noruega fueron de las primeras y ahora reinician las clases con las mismas medidas: entradas escalonadas, lavado de manos y limpieza diaria de los espacios, clases reducidas y distancia social.

Voces contradictorias

El Centro Europeo por el Control y la Previsión de Enfermedades (el ECDC, por sus siglas en inglés) admite que hay «evidencias contradictorias» sobre el impacto de la reapertura de escuelas en el incremento de contagios. Sin embargo, considera que los datos recolectados hasta ahora «sugieren que la reapertura no está asociada con incrementos significativos de la transmisión» del virus.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud ve posible abrir las escuelas a Europa a pesar de la covid-19. «No han sido el foco principal de la pandemia», afirmaba la semana pasada al director general de la OMS en Europa Hans Kluge. Los niños tienen un rol en la propagación del virus, pero está ligado a las «reuniones sociales», apuntaba Kluge.

La OMS recomienda aplicar «medidas básicas» de seguridad a todas las escuelas y «adicionales» en los centros de zonas más afectadas. Como las autoridades ahora tienen un «conocimiento más sofisticado» de la pandemia, Kluge defiende que es posible gestionar la transmisión del virus este otoño.

«No estamos en febrero», dijo Kluge, a pesar de admitir el aumento generalizado de los contagios al continente europeo en las últimas semanas. La OMS reconoce que el otoño será «un momento complicado» para la reapertura de las escuelas, la coincidencia con la gripe estacional y el incremento general de la mortalidad entre las personas mayores.