El 25% de los niños sufre trastornos visuales, en aumento a causa de la exposición a las pantallas

La Fundación Barraquer ha editado una guía para padres que advierte del uso intensivo de pantallas tras el aumento de enfermedades oculares en niños.

El documento para padres 'Infancia y pantallas, cómo cuidar la salud ocular en casa y en la escuela' ha desvelado que el 25% de los niños sufre trastornos visuales, como es el caso de los defectos refractivos (miopía, astigmatismo y hipermetropia) y el estrabismo, que pueden derivar en ojo gandul.

La guía estima que esta cifra aumente los próximos años a consecuencia del abuso que, desde edades muy tempranas, hacen de la visión próxima por la alta exposición a las pantallas.

Además de la indiscutible atracción de los más pequeños hacia los dispositivos electrónicos durante los meses de confinamiento, la introducción de las nuevas tecnologías en el ámbito docente han favorecido el incremento del uso de móviles, tabletas, Ipad y ordenadores.

El estudio describe «la gran preocupación entre los especialistas» por la carencia de estudios científicos que determinen el efecto real sobre la visión.

El objetivo es cuidar la salud ocular en casa y en la escuel con el lema 'La salud visual es calidad de vida futura', que ayuda a los padres en la promoción de hábitos de protección de la salud ocular de los más pequeños.

«La Fundación Oftalmológica Barraquer está comprometida con la salud ocular de nuestra sociedad y queremos insistir en la infancia, puesto que en la situación actual se ha convertido en un colectivo vulnerable por haber sufrido las consecuencias visuales del confinamiento», ha dicho el director de la Fundación Barraquer, Francesc Ballbé.

Leer a través de una pantalla implica el uso de la visión próxima e intermedia indistintamente y supone una continúa contracción de la musculatura del ojo, que mantenida sin descanso puede generar un sobreesfuerzo y aumentar el riesgo de fatiga ocular, especialmente en pacientes pediátricos.

También las actividades con aparatos como el ordenador, la tableta, el móvil, la televisión y la videoconsola disminuyen la frecuencia de parpadeo, lo cual provoca visión borrosa transitoria, molestias relacionadas con la sequedad ocular.

En niños y adolescentes, la sequedad ocular puede llegar a causar alteraciones en las glándulas de Meibomi, que son las encargadas de fabricar lágrimas.

Todos los trastornos tienen un buen pronóstico si son detectados de manera precoz, pero también resulta fundamental llevar a cabo unas adecuadas medidas de higiene visual tanto en casa como en la escuela.

«El desarrollo integral de los niños y adolescentes depende en buena parte de la evolución correcta de su visión. La maduración de la visión se inicia en el nacimiento y finaliza aproximadamente a los 8 o 9 años», afirma Idoia Rodríguez Maiztegui, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer.

Los expertos aconsejan establecer límites en el uso de las pantallas entre niños y adolescentes, que tendría que ser únicamente ocasional y no tendría que superar la hora diaria en los niños de 3 a 6 años, ni las 2 horas en los menores de 16 años.

La Fundación Barraquer ha publicado este estudio coincidiendo con el Día Mundial de la Visión, que se celebra el próximo 8 de octubre.