Judicial
Juzgan a un acusado de violar, maltratar, agredir y amenazar a su pareja durante tres meses en Vidreres
La fiscalía pide 17 años de prisión y el procesado niega todas las acusaciones
El escrito de acusación describe hasta cuatro episodios que tuvieron lugar entre octubre y diciembre del 2016. En el primero de ellos, relata la fiscalía, el acusado empujó a la mujer contra una puerta de cristal, la sujetó por el pelo, la hizo caer al suelo y «le profirió golpes» por todo el cuerpo. En la sala de vistas, la mujer ha explicado que fueron como «pisotones» que le dejaron moratones pero entonces no se atrevió a denunciar.
Según la fiscal, entre octubre y noviembre del mismo año la amenazó de muerte. En concreto, la acusación pública sostiene que los dos estaban mirando la televisión en el domicilio familiar y apareció una noticia sobre un crimen machista: «El procesado, con ánimo de perturbar el sosiego y la tranquilidad de su pareja le lanzó 'como hables también te mataré'».
El tercer episodio recogido por el ministerio fiscal tuvo lugar durante el mes de noviembre. «El procesado inició una discusión con su pareja durante la cual, y con ánimo de atentar contra la integridad física de la mujer, cogió un cuchillo y le dijo que la mataría para, a continuación, cogerla por el pelo, arrastrarla por el suelo y clavarle el cuchillo», describe a la fiscal.
Finalmente, el 4 de diciembre la arrastró por el pelo hasta el garaje, donde cogió una manguera y la roció con agua fría. Cuando la mujer pudo volver al domicilio, siempre según la fiscalía, la empezó a golpear con un biberón en la cabeza. «No paró hasta que vio que me salía sangre pero no me quiso llevar al médico», ha dicho la víctima en el juicio.
La acusación remarca que, aprovechando la situación de «temor» creada en la víctima, el acusado la obligó a hacerle una felación y la violó.
El acusado lo niega
En el juicio, el procesado ha negado todas las acusaciones, aunque afirma que sabe por qué su ya expareja lo denunció. El acusado ha dicho que «nunca» la golpeó ni maltrató, y mucho menos la agredió con un cuchillo. También ha asegurado que durante el año que mantuvieron una relación de pareja «todas las relaciones sexuales fueron deseadas por parte de los dos».
El hombre ha explicado que al principio la relación fue «normal» pero que «progresivamente» se fueron distanciando, sobre todo por las discusiones constantes entre los dos. La mujer ha dicho que desde un principio él ejerció «control» sobre ella pero que la violencia verbal y física empezó cuando nació la hija que tienen en común.
El acusado, respondiendo a preguntas de su abogado, ha explicado que sabía que la víctima había interpuesto denuncias contra dos exparejas suyas y también ha dicho que a él lo denunció en dos ocasiones por supuestamente romper la orden de alejamiento. «Nada era cierto, como se ve en las sentencias aportadas por mi abogado», ha expuesto.
En el juicio también han declaradola forense que examinó la mujer después de denunciar los hechos y las psicólogas que la exploraron tanto a ella como a su hija mayor. La forense ha dicho que entonces no tenía ninguna lesión, exceptuando una cicatriz de medio centímetro en la pierna izquierda que «podría ser compatible» con el ataque descrito por la víctima. Las psicólogas han concluido que su relato era «creíble» y que, de hecho, a raíz de los hechos la víctima tuvo un brote psicótico y una depresión mayor y estuvo un tiempo ingresada en la unidad psiquiátrica del Santa Caterina de Salt.
Las psicólogas del equipo de asesoramiento técnico penal también han dicho que la hija de la víctima dijo que su madre había interpuesto «muchas denuncias falsas» contra el acusado y que le había dado instrucciones sobre qué declarar. Una afirmación que tanto la denunciante como la hija han negado y matizado en la sala de vistas. La hija ha explicado que se refería a que ella no presenció ninguno de los episodios y que se limitó a decir lo que su madre le explicaba.
La fiscalía lo acusa de un delito de maltrato habitual en el ámbito de la violencia de género, dos delitos de lesiones en el ámbito de la violencia de género, un delito de amenazas graves con instrumento peligroso en concurso con un delito de maltrato, de un delito de amenazas leves y un delito de agresión sexual con acceso carnal. Solicita una pena de 17 años de prisión y que indemnice a la víctima con 10.000 euros.
La defensa pide la absolución. El juicio ha quedado visto para sentencia.