Salud
Salud prevé reducir el retraso de los cribados de cáncer de colon y de mama a tres meses a finales del 2021
El objetivo es no acumular nuevas esperas a causa de la pandemia a la vez que se recupera la actividad de la primavera
Al diagnosticarse en estadios iniciales, suelen tener un mejor pronóstico y más posibilidades de curación. En el caso del cáncer de colon, el programa no sólo detecta la enfermedad de forma precoz, sino que también puede prevenirla: el análisis de sangre oculto en excremento detecta pólipos (adenomas), lesiones premalignas que se pueden sacar antes de que evolucionen en un cáncer. Por eso, los expertos prevén que, en los próximos años, la incidencia del cáncer más frecuente en Cataluña se reduzca.
Cada mes se envían a Cataluña más de 38.000 invitaciones a personas mayores de 50 años para la prueba de sangre oculta en excremento y, si tiene un resultado positivo, se tiene que hacer una colonoscopia. Se hacen unas 1.800 colonoscopias mensuales derivadas del programa de detección precoz. Que el test dé positivo no es sinónimo de cáncer, ya que en la mayoría de casos se detecta sangre por motivos que no tienen que ver con la enfermedad o por los pólipos.
En el programa de detección precoz del cáncer de mama, se envían unas 400.000 invitaciones anuales a mujeres de entre 50 y 69 años y cada mes se hacen unas 28.000 mamografías en el marco del cribado.
La periodicidad de estos cribados es de dos años. Después de que en la primera oleada se interrumpiera esta busca sistemática de indicios de cáncer en grupos concretos de la población, los retrasos significarán, en la práctica, que las rondas serán esta vez algunos meses más largas. Espinara explica que intentarán reducir estos retrasos al mínimo posible, aunque asumen que serán de dos o tres meses a finales del 2021.
Suspensiones puntuales y ritmo más bajo por la segunda oleada
En la segunda oleada del coronavirus, se han podido mantener los programas, pero con algunas afectaciones. En el caso del cáncer de colon, se han tenido que reducir el número de invitaciones en algunos lugares o suspender de forma puntual algunas colonoscopias, por ejemplo para convertir la sala donde se hacen en UCI. La prueba de detección de sangre oculta en excremento es muy sencilla y sólo se tiene que recoger el tubo en la farmacia y devolverlo con la muestra para que lo analicen, pero cuando el resultado es positivo se tiene que programar una colonoscopia. También hay que tener en cuenta las bajas por covid-19 y los aislamientos de los profesionales sanitarios o que en algunos casos han tenido que dar apoyo en otras áreas.
En el caso de la detección precoz del cáncer de mama, el volumen de mamografías se encuentra en estos momentos por debajo de lo que tendría que ser si se quiere recuperar actividad. La mamografía sí que necesita, lógicamente, la presencia física de la persona en el centro sanitario y eso dificulta poder recuperar actividad. «Las medidas de prevención por la covid-19 han provocado que tenga que bajar el ritmo de mamografías. No se pueden acumular personas en las salas de espera y, entre prueba y prueba, se tienen que desinfectar los equipos. Para hacer la misma actividad se necesitamás tiempo y eso se hace complicado en la época actual», constata.
Espinara apunta que intentarán aumentar el número de mamografías en los próximos meses y de hecho las Unidades de diagnóstico por la imagen ya han estado trabajando para ampliar el tiempo de agenda, como programando los sábados.
Posible impacto
El impacto que tendrá, o puede estar teniendo, la interrupción de los cribados en primavera no se puede saber ni predecir hoy por hoy de forma clara. Así lo apunta el doctor Espinàs, que añade que se tendrá que vigilar en los próximos meses si las enfermedades que se diagnostican tienen un peor pronóstico. En estos meses han llegando menos casos a los hospitales de primeras visitas y de nuevos diagnósticos.
En el programa del cáncer de colon, Espinara señala que muchas de las lesiones que se detectan, los pólipos, tienen una evolución larga antes de convertirse en un posible cáncer. «Como en los cribados detectamos adenomas en estadios muy precoces, el impacto que pueden tener estos pequeños retrasos es relativamente poco. Varios estudios indican que hay un poco de margen. Lo que tenemos que asegurar es que no sea más,» afirma el coordinador de la Oficina de cribados.
En el caso del cáncer de mama, reconoce que el margen para evitar peores pronósticos es menor y afirma que su preocupación es limitar este retraso «al mínimo tiempo posible». «El retraso en el diagnóstico de algunas enfermedades puede tener consecuencias importantes, como es el caso del cáncer. Por eso es importante mantener los procesos del sistema de diagnóstico activos y protegidos», afirma el doctor Espinàs pensando en eventuales nuevas oleadas.
Cómo se suspendió y cómo se reanudó la actividad
El Departament de Salut completó el despliegue del programa de cribado de cáncer de colon y recto en toda Cataluña a finales del 2019. Eso quiere decir que todas las mujeres y hombres de entre 50 y 69 años tienen que recibir una carta cada dos años con las instrucciones para hacerse un test de sangre oculta en excremento. Ahora bien, pocos meses después de la culminación de una década de trabajo, el programa se tuvo que interrumpir por la pandemia y, a partir de mediados de marzo, no se enviaron nuevas invitaciones y, por lo tanto, tampoco se hicieron las colonoscopias que se derivan.
El programa de detección precoz de cáncer de mama también se suspendió aquellos 12 y 13 de marzo. Durante unas semanas no se enviaron nuevas invitaciones y la mayoría de mamografías previstas en el marco del cribado se desprogramaron. Loque sí que se intentaron mantener fueron los estudios adicionales que derivaban de una mamografía ya hecha, es decir, los radiólogos habrían detectado una lesión sospechosa y habrían pedido más pruebas, como una ecografía o una biopsia. La mayoría de estas pruebas se hicieron en primavera, si bien algunas se tuvieron que hacer en verano, reconoce Espinara.
A partir de abril, la comisión asesora de los cribados se puso a preparar la reanudación de los programas. En el caso de los cribados de cáncer de colon, marcó como prioridad hacer las colonoscopias que se habían suspendido, unas 3.800 de pendientes a finales de mayo. La segunda prioridad fue que el programa volviera a funcionar de forma generalizada el 15 de septiembre, si bien algunas unidades ya empezaron los meses de verano a enviar las invitaciones. Los expertos marcaron la fecha del 15 de septiembre para que el programa arrancara de nuevo sin ninguna colonoscopia pendiente y teniendo en cuenta también que los profesionales sanitarios tenían que descansar después de unos meses durísimos.
Espinara explica que también se ha cambiado el punto de corte de sangre oculta en excremento, de manera que se mantenga el 95% de la eficacia de la prueba y a la vez se disminuya el número de las colonoscopias. Se trata de una medida temporal de un año para intentar disminuir los retrasos.
En el caso del cáncer de mama, también se fijó el 15 de septiembre para que el programa de detección precoz estuviera a pleno rendimiento y sin ningún estudio adicional pendiente. Ahora bien, la mitad de las oficinas empezaron a enviar las invitaciones antes y las mamografías se reanudaron a partir de mayo, a pesar de que a un ritmo más lento.