El Banco Sabadell y el BBVA cierran las negociaciones por falta de acuerdo y descartan la fusión

El Banco Sabadell y el BBVA han cerrado las negociaciones para una eventual fusión por falta de acuerdo y descartan así crear la segunda entidad mayor en el Estado, por detrás de la que surgirá con la unión de CaixaBank y Bankia. El Sabadell ha notificado esta mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su consejo de administración «ha decidido dar por acabadas las conversaciones al no haber alcanzado las partes un acuerdo sobre la eventual ecuación de cambio de las acciones de ambas entidades». Minutos después, el BBVA ha comunicado que las conversaciones para la fusión «han concluido sin que se haya llegado a un acuerdo».

Instantes después de anunciar a la ruptura de las negociaciones, el Sabadell ha emitido un comunicado donde se detalla su nuevo plan de negocio, que se basará en «reforzar el mercado doméstico» para incrementar la eficiencia en el uso del capital y «aumentar la rentabilidad y la creación de valor para los accionistas». En la nota, la entidad destaca la posición que tiene dentro del segmento de las pequeñas y medianas empresas y asegura que se centrará en potenciar esta rama para «mejorar la generación orgánica de capital».

En la misma nota, la entidad presidida por Josep Oliu asegura que ampliará el plan de reestructuración anunciado durante la presentación de resultados del tercer trimestre, que inicialmente tenía previsto un recorte de 1.800 empleados en el Estado a base de prejubilaciones y bajas voluntarias. Dentro de este plan, Cataluña era el territorio más afectado, puesto que concentraba el 40% de los puestos de trabajo que se querían eliminar. Este mismo jueves, la dirección y los sindicatos llegaron a un principio de acuerdo en relación con las condiciones de salida de los trabajadores.

Finalmente, el Sabadell indica que «analizará alternativas estratégicas de creación de valor» respecto a los activos que tiene en el extranjero, incluyendo su filial británicaTSB. De hecho, el banco presidido por Oliu ya había iniciado un plan de reestructuración a finales de 2019 que contemplaba el cierre de más de 80 oficinas en Gran Bretaña.

Dos semanas de negociaciones

La ruptura de las negociaciones entre el BBVA y el Sabadell llega dos semanas después de que las dos entidades hicieran público el inicio de un proceso de revisión de activo (duediligence)y designara asesores externos para evaluar la fusión. El anuncio también coincidió con la venta por parte de BBVA de su filial estadounidense, una operación que suponía la generación de 8.500MEURen capital y «una gran flexibilidad estratégica para invertir a los mercados», tal como señaló el presidente de la entidad, Carlos Torres.

A pesar de la posición del BBVA para lanzar una oferta, el consejero delegado de la entidad,OnurGenç, aseguró el pasado 18 de noviembre que no tenía «ninguna prisa» para cerrar una fusión con el Sabadell. De hecho,Gençapuntó que miraba el Sabadell «en el contexto de otras muchas» oportunidades. «Solo haremos operaciones si generan valor para el accionista», subrayó.

Por su parte, el consejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, se limitó a decir que el acuerdo no era definitivo, a pesar de que insistió en la necesidad de reforzar aspectos como la digitalización o reducir costes para incrementar la rentabilidad del sector financiero.

Un gigante para competir con CaixaBank y Bankia

La fusión entre el BBVA y el Sabadell habría acabado creando la segunda entidad más grande del Estado en volumen de activos, sumando un total de 589.127MEUR(teniendo en cuenta los datos a cierre del 2019). La cifra se habría situado cerca de los 650.000MEURque sumarán CaixaBank y Bankia una vez completen su fusión y lejos de los 350.000MEURque tiene elBancoSantander. Los beneficios agregados serían de 4.280MEURy el margen de intereses se habría situado alrededor de los 22.000MEUR.

En cuanto al número de oficinas, ambas entidades habrían sumado más de 10.000 (repartidas por el Estado, Reino Unido, Estados Unidos, México, Turquía, varios países de la América del Sur y algunos puntos de Asia), mientras que la cifra de trabajadores habría superado los 150.000.