El 34% de chicas y el 22% de chicos de entre 12 y 16 años ha hecho dieta, según una encuesta

Es por eso que la directora ha concluido que «ha aumentado el número de casos y la gravedad de estos». Y es que muchas de las afectadas, ya que son mayoritariamente chicas, que ingresan en unidades de tratamiento lo hacen en situaciones «graves».

Bujalance ha explicado este incremento responde al hecho de que el confinamiento ha empeorado la salud mental de todas y en especial de estos personas y que las consecuencias de este, como por ejemplo la reducción de la movilidad o una mayor ingesta de alimentos pocos saludables, ha incrementado la angustia y el padecimiento. También otras consecuencias propias de la pandemia, como ha podido ser la muerte de familiares. «El hecho de estar en casa, poder moverte y enfrentándote a tres comidas diarias, es una situación altamente estresante», ha afirmado.

El perfil de las personas que han pedido ayuda es el habitual, por una parte progenitores que tienen una hija o hijo con un trastorno de la conducta alimenticia y del otro jóvenes a partir de los 18 años. Bujalance ha añadido la diferencia con otros años es que han aumentado las peticiones de ayuda de adultos que viven solos. Y es que ha asegurado que el aislamiento social que ya comporta un trastorno alimenticio se ha agravado entre estas personas. También se han producido más consultas de personas que durante el confinamiento se han dado cuenta de que su pareja sufría un trastorno.

Cada vez niñas más pequeñas

Antes de marzo del 2020 la tendencia era bastante estable y una de cada 10 chicas sufrían un trastorno alimenticio. Bujalance ha alertado de que antes del confinamiento ya observaban que cada vez hay niñas más pequeñas con estas problemáticas. «Hace unos años era a partir de los 12 años, pero ahora observamos niños y niñas por debajo, que con 9 y 10 años ya presentan un trastorno», ha afirmado.

En estos casos, la manifestación es la misma, baja autoestima, insatisfacción corporal, verbalización de querer adelgazar, irritabilidad, negación a comer, obsesión por la actividad física y dificultades en el crecimiento. Incluso, se encuentran casos de niñas de estas edades que se provocan el vómito. La directora ha relacionado este adelanto en el acceso precoz a las redes sociales y a la «sexualització» de la infancia.

Jóvenes a dieta

Más allá de los efectos de la covid, la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia ha presentado los resultados de una encuesta realizada entre más de 2.000 alumnos antes del estallido de la pandemia. Los resultados revelan que el 34% de las chicas de 12 a 16 años ha hecho dieta alguna vez y la mitad de estas también ha tenido alguna otra conducta de riesgo para bajar de peso, como puede ser actividad física obsesiva y con este único objetivo o provocarse el vómito.

«Si encuentran que su hijo hace dieta se tienen que asustar tanto como si se lo encontraran probando una droga porque es una conducta de riesgo igual», ha manifestado Bujalance. Y es que la directora ha asegurado que hacer dieta es un factor de riesgo y que, en cambio, no sólo no se percibe como tal sino que está normalizado especialmente en determinadas épocas del año.

Un 32% de las chicas encuestadas aseguraba quieren adelgazar y un 15% de chicos se expresaba igual. En cambio, sólo un 4,7% reconocía ser consciente de que tenía un trastorno. Por otra parte, el 42% afirmaba haber recibido burlas, criticas o agresiones verbales por parte de sus compañeros, el 76% de los casos por el físico.

Los resultados apuntan también que el 79% de los jóvenes hacen una comida en familia pero el aspecto negativo es que un 44% hace sevir el móvil u otra pantalla mientras come.