Sucesos
La estafa de Wallapay, que simula una plataforma segura de pago en la compraventa entre particulares
Una vecina de Girona ha sido detenida por estar implicada en catorce estafas con este sistema
Una vecina de Girona ha sido detenida por su presunta participación en, al menos, catorce denuncias interpuestas por estafa en distintos puntos de España, según informa la Policía Nacional.
La Policía Nacional informa de que ha desactivado este año en la provincia gerundense a cinco empleadas en actividad de paquetería y envío de dinero, conocidas como "mulas", que habían participado en uno de los fraudes telemáticos con más recorrido actualmente, denominado Wallapay.
La última investigación, finalizada el pasado noviembre, acabó con la detención de esta vecina de Girona.
Los autores de estos engaños tenían como objeto a usuarios de plataformas de compraventa entre particulares, quedándose los productos que anunciaban, valorados en más de 14.000 euros, y estafándoles además otros 5.500 adicionales.
Según la policía, organizaciones criminales con base en África llevan años con esta modalidad de delito que, inicialmente, afecta a vendedores de artículos que utilizan ese tipo de opción a través de internet.
Los ciberdelincuentes fingen cerrar un trato y embaucan a la otra persona para realizar el pago a través de Wallapay, que presentan como una plataforma segura de transacciones económicas en la que sólo se cobra una vez llega el paquete, que a su vez sólo se envía una vez certificado el envío del dinero.
Sin embargo, tal opción para este tipo de operaciones no existe y el correo electrónico que anuncia al vendedor que la cantidad que solicitaba ya está depositada es falso.
En esa comunicación, los autores hacen constar que han pagado por el artículo más de lo convenido, elemento que en un primer momento suele pasar desapercibido a las víctimas, que proceden de inmediato al envío.
Una vez el producto está en camino, comienza la segunda fase de la estafa, que pasa por reclamar al vendedor que devuelva el dinero que supuestamente ha cobrado de más.
Según la policía, artículos de electrónica, robots de cocina y bicicletas de gama alta son los objetos predilectos de las organizaciones criminales dedicadas a este tipo de estafas, cuyos beneficios dependen de incorporar a "mulas", personas que recibirán tanto los envíos como el dinero estafado.
La función de esas personas pasa por proporcionar direcciones postales y cuentas bancarias en España y son los elementos identificables ante una investigación policial.
Muchas veces piensan que su actividad es lícita, ya que las organizaciones criminales se les presentan como empresas con base en el extranjero que necesitan residentes en territorio español.