Dos nuevos detenidos vinculados al supremacismo blanco, que querían financiar comunidades armadas con tráfico de psicotrópicos

Psicotrópicos para obtener financiación

Los investigadores han constatado que los nuevos detenidos pretendían, a través del cultivo y venta de sustancias psicotrópicas, obtener mecanismos de financiación que les permitiera, junto con el resto del grupo, crear «comunidades blancas aisladas y armadas».

La investigación ha permitido identificar a estos dos nuevos detenidos, que habrían participado en los hechos. Estas personas ocupaban un nivel jerárquico, dentro de los canales de difusión, similar al de los primeros detenidos.

Los investigadores también han podido comprobar que los arrestados mantienen su ideario supremacista basado en tres aspectos. Primero, un marcado nacionalismo blanco que justifican con una base científica que posiciona los blancos por encima del resto de razas humanas. En segundo lugar, adoptan una postura antisistema y consideran que la actual clase política gobernante quiere perjudicar los blancos y por eso favorece la inmigración clandestina norteafricana hacia Europa y de toda clase de razas. Por último, justifican el uso de la violencia y el enaltecimiento de acciones terroristas producidas hacia inmigrantes o colectivos «no blancos».

Una investigación que empezó en el 2019

El operativo se inició a finales del 2019, cuándo se localizó en internet un documento publicado por uno de los investigados, en modo de ideario y guía programática que tenía muchos elementos en común con otros escritos hechos por terroristas vinculados al supremacismo blanco.

Todos los investigados están vinculados a la mencionada ideología racista que defiende la superioridad de la raza blanca por encima del resto. Las gestiones de investigación permitieron comprobar cómo los cuatro detenidos incitaban a cometer ataques similares, especialmente contra personas de otras razas.

Difundir su ideario a través sitios web

Su actividad consistía en hacer difusión de estas ideas para sitios web y a diferentes canales de mensajería instantánea. Con sus perfiles, se dedicaban a difundir mensajes de contenido racista contra otros colectivos en razón de su raza, origen, creencias, manifestaciones políticas, sexo y orientación sexual. Igualmente publicaban mensajes donde se enaltecían a terroristas como Brenton Tarrant, autor del asesinato de 51 personas en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch (Nueva Zelanda) el 15 de marzo de 2019.

Por otra parte, defendían en sus mensajes la creación de «comunidades blancas» aisladas y autosuficientes en entornos rurales. Manifestaban su intención de abastecerse de armas y prepararse para lo que denominaban «la guerra racial», la cual esperaban con inmediatez y la que creían podían provocar si encendían la chispa mediante algún ataque.

Según defendían, prepararse para este conflicto era la única forma en que la raza blanca podría sobrevivir a la llegada de otros colectivos de extranjeros que, según sus manifestaciones, actualmente se estaba produciendo de forma masiva a los países occidentales.

Con el objetivo de crear una de estas comunidades, dos de los investigados, que fueron arrestados el pasado 11 de septiembre, vivieron durante unos meses en dos casas aisladas en la localidad de la Pobla de Cérvoles (Les Garrigues). En el primer dispositivo de septiembre se detuvieron estas dos personas, una de ellas en una de las casas aisladas de la Pobla de Cérvoles y la otra en El Campello (Alicante). Uno de los investigados pretendía suministrar sustancias químicas para inhibir la voluntad de una mujer con el objetivo de mantener relaciones sexuales.

Durante la investigación, tutelada por el Juzgado de Instrucción 4 de Lérida, se pudieron identificar las personas que había detrás de los usuarios virtuales, se recopiló el detalle de la actividad delictiva de los investigados en la red y se controló la supuesta comunidad aislada que pretendían crear.

Los Mossos han destacado que esta operación es «de especial relevancia», ya que el «nacionalismo blanco es un ámbito extremista creciente que supone una clara amenaza para la seguridad a corto y medio plazo».