Relativizar la necesidad de celebrar y contacto virtual, claves|clavos|llaves esta Navidad
Los expertos apuestan por hacer uso de los recursos digitales para mantenerse cerca del resto de la familia
Los expertos en salud mental abogan por mantener el contacto virtual con los seres queridos, relativizar la importancia de celebrar unas fiestas concurridas, ser optimistas y no dejar que los niños pierdan la ilusión para afrontar la Navidad más atípica e incierta a causa de la pandemia de la covid-19.
El psicólogo valenciano Enric Valls ha asegurado que nos enfrentamos a unas fiestas rodeadas de una incertidumbre que «genera tensión» y se pregunta que «quién nos iba a decir que iba a ser un año tan difícil y tan brutal».
Se acercan unos días marcados tradicionalmente por las multitudes, los encuentros familiares, las fiestas con amigos, cabalgatas, las salidas nocturnas y los excesos y este año «no tendremos nada de esto» o, al menos, estará limitado y condicionado, y «nos miramos entre nosotros y podemos observar incertidumbre, sorpresa, miedo, fatiga y dudas» e incluso «sentimientos de estrés postraumático o de fatiga pandémica».
Ante esto nos queda «no perder la esperanza» y ser «optimistas, que no positivos», porque, explica, «el positivo dice que no pasa nada, mientras que el optimista reconoce que las cosas no están bien y hace lo posible para cambiarlas dentro de las posibilidades».
Valls recomienda no dejarse llevar por el «síndrome del cumpleaños» -por el cual el individuo «dice que todo está bien pero en el fondo está fastidiado por dentro»- sino que aboga por «hablar y comunicar lo que uno piensa, expresar con palabras que nos sentimos mal, y hacer partícipe de ello a las personas cercanas».
Se trata de «abrir puertas de emergencia», porque «hay quien, en estas situaciones, solo ve como salida la rabia o la agresividad», pero hay que dar paso a esas puertas para aliviar el estrés. Algo que se puede conseguir, según el psicólogo valenciano «dedicándonos a una afición, haciendo ejercicio, manteniendo charlas con las personas más cercanas» y con actividades como la ayuda social o el voluntariado y, sobre todo, «aprendiendo a relativizar y ser optimistas», porque «la Navidad no tiene por qué ser algo maravilloso».
Para la psicóloga valenciana Gracia Vinagre el hecho de que la Navidad vaya a ser diferente no significa «que no se pueda vivir con ilusión». «Ligamos el cambio y la diferencia a cosas negativas», sobre todo a consecuencia de la pandemia, que «nos ha cambiado mucho y nos genera mucha infelicidad».
Pero un cambio «puede ser un regalo» y este año «puede que vayamos a renunciar a cosas, pero a lo mejor estas fiestas nos enseñan otras».
La profesional pone el foco en los niños, y hace un llamamiento a que los adultos «transmitamos a los pequeños que aunque van a ser diferentes serán igual de ilusionantes», y Valls añade que «aunque no se pueda regalar y ofrecer tantas cosas materiales, sí se puede ofrecer afecto y cariño».
Y ambos encuentran en estas Navidades diferentes algo positivo, «no serán tan estresantes», indica Vinagre, porque «con menos gente no tendremos que preparar grandes cenas, sino ir a lo sencillo, que a fin de cuentas es la base del espíritu navideño: disfrutar de las pequeñas cosas y momentos más hogareños».
Valls también se inclina por relativizar, «podemos verlas como una cena más, y pensar que ya habrá momentos para celebrarlo» y anima a la gente a no perder el contacto con los seres queridos, ya que «serán las Navidades más tecnológicas» y debemos hacer uso de recursos digitales para «poder tener cenas virtuales y si hace falta se pone en la mesa un altavoz y una videollamada con los familiares y amigos».
En este sentido el profesional explica que el «amortiguador del dolor es el contacto social y el trato personal», así, aboga por mantener los contactos a distancia valiéndonos de la tecnología, y también por tener proyectos de cara al año nuevo como «almohada protectora frente a la angustia».
Para Vinagre, podemos verlas como unas navidades «más tranquilas» y sugiere «tirar de imaginación» para mantener el contacto social mediante cartas, mensajes, videollamadas, hacer un adorno navideño para un ser querido» e intentar buscar los mecanismos que «nos hagan sentir más cerca a nuestros seres queridos».