Sociedad
Inventan un «escudo de manos» para no tocar mobiliario de uso público y evitar la propagación de la covid-19
Se trata de un tejido antivírico y antibacteriano que no sólo evita el contagio sino que, al mismo tiempo, sirve para limpiar la superficie sobre la cual se coloca
En colaboración con la empresa Smart Inovations l.d.a, especializada en nanotecnología, idearon un tejido similar al de la mascarilla, antivírico y antibacteriano, que no sólo evita el contagio sino que, al mismo tiempo, sirve para limpiar la superficie sobre la cual se coloca. La lona con que está hecho el escudo lleva unos tiradores que se colocan directamente en la superficie que se quiere sujetar y de esta manera se evita el contacto de la piel con los objetos o el mobiliario urbano.
Los impulsores de la iniciativa explican que el escudo se puede utilizar para tareas como desplazar el carro de la compra o pegarse a las barras de seguridad que hay en los transportes públicos como el autobús, el metro o el tren. Además, también han creado un escudo de manos de pequeño formato pensado para sujeciones más reducidas.
Las diferentes utilidades que han encontrado en el producto han hecho que, en poco más de un mes, la nueva empresa, Handshield Mediterranean, hayan confeccionado ya más de 20.000 unidades y que incluso hayan despertado la curiosidad fuera de nuestras fronteras. Italia, China o los Estados Unidos son algunos de los países donde ya han empezado a exportar. A estas alturas se vende sólo por Internet, pero la idea, avanza González, es que se pueda vender en tiendas específicas y grandes superficies.
Un producto sostenible
El producto también se caracteriza por buscar la sostenibilidad. Dispone de una bolsa, antivírica y antibacteriana, que permite limpiar el utensilio con tan sólo guardarlo. Además, asegura al consejero delegado de Handshield Mediterranean, Marc Torres, se puede llegar a utilizar hasta 100 veces, un hecho que le da una larga vida útil.
Puestos de trabajo
Handshield Mediterranean está produciendo unas mil unidades diarias del nuevo utensilio, un hecho que hace que a estas alturas cuenten con una plantilla de unas diez personas. «Y no descartamos ampliar», asegura la presidenta del negocio, Annabel Medina. Y es que fuera de las tres modalidades de escudos de manos que han sacado al mercado, están cociendo un nuevo invento pensado por servicios como el de 'bicing'.
Regalo para los vecinos
Unas de las primeras personas que se beneficiarán del nuevo utensilio son los ancianos de Masquefa. La empresa ha firmado un acuerdo de colaboración con el consistorio anoienc para repartir, al principio de 2021, el escudo de manos en todos los mayores de 65 años. La voluntad, explica al creador, es poner su grano de arena para garantizar la seguridad de sus vecinos. «Cuánta más protección mejor», dice. Y es que aunque reconoce que el nuevo negocio está teniendo un «muy buen recibimiento», tiene la esperanza de que tenga «una vida corta, hecho que querrá decir que habremos ganado a la pandemia.»