Salud
Niveles elevados de triglicéridos y de colesterol remanente se asocian a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular
Investigadors siguen cerca de 7.000 pacientes con obesidad y sobrepeso y con el colesterol malo bien controlado
Está demostrado que, a pesar de tomar esta medicación, este colectivo todavía sufre muchos episodios cardiovasculares, como infartos de miocardio o ictus. Este riesgo se debe a un incremento de los triglicéridos y de las lipoproteínas que los transportan por la sangre. Además, en casos de obesidad y diabetes, este fenómeno se ve amplificado, ya que estas patologías retrasan el metabolismo de los triglicéridos. Eso condiciona un incremento de partículas que transportan triglicéridos y que, además, se enriquecen con colesterol (colesterol remanente).
A partir de muestras de sangre de los participantes, los investigadores han podido comprobar que los dos elementos, colesterol remanente y triglicéridos, tienen una relación directa con el incremento del riesgo cardiovascular en personas con una alta predisposición, a pesar de mantener bajo control los niveles de LDL colesterol (lipoproteínas de baja densidad o colesterol malo) y de forma independiente con el estilo de vida y otros factores de riesgo cardiovascular.
Así, el incremento de 10 mg/dl de las concentraciones de triglicéridos en sangre hace crecer un 4% el riesgo de sufrir un infarto u otra patología cardiovascular. En el caso del colesterol remanente, el mismo incremento de las concentraciones eleva el riesgo hasta el 21%.
Además, las personas con una concentración de colesterol remanente por encima de los 30 mg/dl, el 75% de la cohorte, mostraban un incremento notable del riesgo cardiovascular, a pesar de mantener unas concentraciones óptimas de colesterol LDL, indica la doctora Olga Castañer, primera firmante del estudio e investigadora del Grupo de investigación|búsqueda en Riesgo cardiovascular y nutrición del IMIM-Hospital del Mar y del CIBERObn.
Posibles dianas terapéuticas
«Los resultados del estudio sugieren que, en individuos de alto riesgo cardiovascular y con un colesterol LDL bien controlado, las siguientes dianas terapéuticas podrían ser los triglicéridos y, sobre todo, el colesterol remanente», destaca la doctora Montse Fitó, última firmante del trabajo y coordinadora del Grupo de investigación en Riesgo cardiovascular y nutrición del IMIM-Hospital del Mar e investigadora del CIBERObn.
En el caso del colesterol remanente, el incremento más elevado del riesgo se puede atribuir en mecanismos relacionados con la formación de placas a las arterias y a la inflamación local, procesos que pueden llevar a la rotura|ruptura de las placas y, en consecuencia, a un accidente cardiovascular.
Por este motivo, el doctor Emilio Ortega, autor del estudio, médico del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínice investigador del IDIBAPS y del CIBERObn, explica que el trabajo abre la puerta a plantear ensayos clínicos que respondan a la pregunta de sí el colesterol remanente y/o los triglicéridos tienen que ser la diana terapéutica preferente en pacientes con alto riesgo cardiovascular y niveles de colesterol LDL adecuados o, alternativamente, se tiene que perseverar a reducir el colesterol malo para hacer bajar el riesgo de uno primer acontecimiento cardiovascular.
El estudio puede tener una repercusión directa sobre todo en el manejo clínico de dislipemias (trastorno cualitativo o cuantitativo de los lípidos y lipoproteínas en la sangre) de los pacientes con un alto riesgo cardiovascular. «Estos resultados llevan a considerar que, en el manejo clínico de las dislipemias, es importante alcanzar un mayor control del conjunto del perfil lipídico, incluyendo los triglicéridos y el colesterol remanente», señala el doctor a Emili Ros, firmando del trabajo, médico del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínice investigador del IDIBAPS y del CIBERObn.