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Cerca de la mitad de los sanitarios tiene un alto riesgo de trastorno mental después de la primera ola

Los síntomas principales son depresión, ansiedad, ataques de pánico, trastorno de estrés posttraumático y abuso de sustancias

Profesionales sanitarios trabajando en una unidad de UCI del Hospital del Mar con pacientes con covid-19.

Cerca de la mitad de los sanitarios tiene un alto riesgo de trastorno mental después de la primera ola|oleadaACN

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Casi la mitad de los profesionales sanitarios en el estado español tiene un alto riesgo de sufrir un trastorno mental después de la primera ola del coronavirus y un 14,5% lo sufre de forma discapacitante, es decir, con repercusiones claras en la vida profesional y personal. Lo indica un estudio liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y médicos del Mar, con datos de más de 9.000 trabajadores de 18 centros sanitarios del Estado, en el marco del proyecto Mindcovid. Los síntomas principales son depresión, ansiedad, ataques de pánico, trastorno de estrés posttraumático y abuso de sustancias. Según un segundo estudio, de los mismos autores, un 3,5% de los sanitarios presenta ideaciónsuicida activa en el último mes.

Los estudios se publican en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental y enDepression & Anxiety. Los dos trabajos se basan en una serie de encuestas anónimas en línea, del proyecto Mindcovid, realizadas a profesionales sanitarios de los dieciocho centros participantes, de seis comunidades autónomas. Los han liderado investigadores del IMIM y del CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), así como médicos del Hospital del Mar.

Un total de 9.138 profesionales respondieron preguntas sobre el trabajo durante la primera ola; relaciones familiares; impacto personal de la covid-19 o en el entorno familiar, social y laboral y una serie de medidas para detectar posibles trastornos mentales.

Según el estudio publicado en laRevista de Psiquiatría y Salud Mental, del total de participantes, el 45,7% presentan riesgo alto de algún tipo de trastorno mental, es decir, necesitarían una evaluación profesional para confirmar la presencia de un trastorno mental. Por patologías, el 28% presenta depresión; el 22,5% trastorno por ansiedad; cerca del 25%, pánico; el 22%, estrés posttraumático y el 6%, abuso de sustancias.

«Los datos de la primera ola de la pandemia indican una prevalencia de problemas de salud mental discapacitantes en los sanitarios españoles mucho más alta que la esperada», destaca el doctor Jordi Alonso, autor principal del estudio, director del Programa de Epidemiología del IMIM-Hospital del Mar y codirector científico del CIBERESP.

El doctor Alonso señala que hace falta monitorar el riesgo de que los problemas persistan y se vuelvan crónicos y tener en cuenta los factores identificados en el estudio por minimizarlo: «Una parte de estos trastornos pueden ser reactivos a un estrés agudo y, con un buen manejo, tenemos que ver si podemos evitar que se vuelvan crónicos». «Nos preocupa, porque es un colectivo que tiene que hacer frente a una emergencia, lo necesitamos, y no nos podemos permitir el lujo de tener gente sufriendo y que, además, tenga que trabajar», añade en declaraciones a ACN.

La prevalencia de los trastornos mentales es más elevada en el caso de las mujeres jóvenes, que no han nacido en el estado español y que no están casadas. El colectivo de las auxiliares de enfermería es el que muestra un impacto mayor. Dos de cada tres auxiliares sufren riesgo alto por trastornos mentales. En el caso de las enfermeras, la mitad se encuentra en un riesgo alto.

Según el estudio, haber presentado un trastorno mental antes de la pandemia dobla el riesgo de volver a sufrir a consecuencia de la covid-19. También se observa una prevalencia más elevada en aquellos profesionales que atendieron pacientes con covid-19 y aquellos que han sufrido la enfermedad o con familiares que se contagiaron.

El 80% de los encuestados estuvieron involucrados directamente en el cuidado de pacientes con covid-19. El 43% estuvo en contacto durante casi todo el tiempo. El 17,4% contrajo la enfermedad y 112 necesitaron ingreso hospitalario. En el 13,4% de los casos algún miembro de la familia directa resultó infectado y en uno de cada cuatro, el profesional tuvo que confinarse o hacer cuarentena. Cuatro de cada diez reportaron haber sufrido algún tipo de desorden mental antes de la pandemia.

«Los resultados del estudio no nos sorprenden, pero nos preocupan. Son muy consistentes con nuestra experiencia clínica», señala el doctor Víctor Pérez, último firmante del trabajo, director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar (INAD), coordinador del Grupo de Investigación en Salud Mental del IMIM e investigador del CIBERSAM.

El doctor Pérez explica que atendieron «muchos sanitarios con estrés agudo, agotamiento y ansiedad, especialmente aquellos que ya habían experimentado anteriormente problemas de salud mental». El Hospital del Mar, así como otros centros, pusieron en marcha un programa de soporte emocional para los profesionales.

Ante estos resultados, los autores recomiendan hacer un seguimiento de los profesionales sanitarios con trastornos mentales previos, así como aquellos que han tenido una exposición elevada a la covid-19, que hayan sufrido la infección o han sido confinados y en los colectivos sanitarios donde se ha visto que el riesgo de sufrir un trastorno mental es más elevado. «Tenemos que identificar factores modificables asociados al riesgo o a la mejora para detectar el nivel de necesidad no atendida desde el punto de vista emocional», recalca el doctor Alonso.

Ideación suicida activa

El estudio Mindcovidtambién documenta una prevalencia alta de ideación suicida activa, del 3,5%, y de intentos de suicidio, del 0,1%, durante la primera ola de la pandemia, como muestra el trabajo que publica Depression & Anxiety. Esta cifra contrasta con el 0,7-0,9% estimado entre la población general antes de la pandemia.

«Es preocupante, sobre todo teniendo en cuenta el riesgo ya aumentado de suicidio entre los profesionales sanitarios antes de la aparición de la pandemia. El estudio Mindcoviddemuestra que este aumento del riesgo de ideación suicida se explica en parte por la presión sufrida por los centros sanitarios en términos de coordinación y personal durante la primera ola», afirma el doctor Philippe Mortier, investigador posdoctoral del IMIM-Hospital del Mar, del CIBERESP y firmante de los dos trabajos.

Según los autores, los datos ponen de manifiesto la necesidad de esfuerzos sociales por evitar contagios y evitar que los sistemas sanitarios se vean desbordados. Otro factor de estrés importante para la ideación suicida que el estudio identifica es el estrés financiero, como ahora, el miedo a la pérdida de ingresos o la pérdida de empleo a causa de la pandemia. Una serie de simulaciones demostraron que las intervenciones que aumentan la preparación hospitalaria y disminuyen la inseguridad financiera entre los trabajadores sanitarios pueden provocar reducciones de la ideación suicida sustanciales, de hasta el 75%.

Enel estudio Mindcovid han participado, además del Hospital del Mar y el IMIM, la Agencia de Salud Pública de Barcelona, el IDIAPJGol, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), el Hospital Universitario Vall d'Hebron, el Instituto de Investigación del Hospital de Santa Creu i Sant Pau, el Hospital Clínicde Barcelona y otros centros e instituciones del Estado. Han recibido financiación del Instituto de Salud Carlos III y de la Generalitat.

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