Medio ambiente
Un estudio alerta que la suciedad vertida al mar podría superar los tres billones de toneladas métricas en 30 años
El estrecho de Mesina es el área con más densidad de basura marina conocida, con un millón de objetos por kilómetro
El jefe del Grupo de Recerca Consolidat de Geociencias Marinas de la UB, Miquel Canals, que hay que ir a la causa de la acumulación de desperdicios a costas, mares y océanos y ha apuntado que esta es «la generación desmesurada de desperdicios, el descontrol en su gestión y el poco, o a veces nulo, cuidado para evitar que se acumulen por todas partes».
La publicación compila los resultados de la sesión científica sobre macrodesperdicios marinos que tuvo lugar en mayo del 2018, promovida por el Joint Research Centre de la Comisión Europea y el Instituto Alfred Wegener (AWI). Un equipo de veinticinco expertos de todo el mundo abordaron aspectos como la necesidad de disponer de datos científicos, consensuar metodologías y potenciar estrategias para el despliegue de futuros estudios en este ámbito.
Los expertos apuntan que los vertederos más importantes todavía están por descubrir, pero ya se han encontrado plásticos en la fosa de las Mariannes, a 10.900 metros de profundidad en el océano Pacífico. En algunos casos, las concentraciones de basura llegan a densidades comparables a los grandes vertederos terrestres, alertan.
«Las regiones marinas más críticamente afectadas por esta problemática son los mares cerrados o semicerrados, los fondos próximos a la costa, las áreas marinas bajo la influencia de grandes desembocaduras fluviales, y los lugares con una alta actividad pesquera, incluso lejos de tierra firme», apunta al catedrático.
Según Canals, el nivel de tratamiento de residuos de los países costeros también es decisivo ya que cuanto menos tratamiento hay o más deficiente es, más volumen de desperdicios llega a en el fondo marino.
Plásticos, artes de pesca, objetos metálicos, vidrio, papel y fragmentos de cerámica y de tejidos son los materiales más abundantes en estos vertederos oceánicos. El relieve submarino, las características geomorfológicas y el tipo de fondo condicionan la distribución de los materiales. Se calcula que el 62% de la suciedad acumulada en los fondos marinos son plásticos. En cambio, los objetos pesados como barriles, cables o redes suelen quedarse en el punto donde se depositaron o se engancharon inicialmente.
Los expertos alertan también de que la basura es una nueva amenaza para la biodiversidad marina. Se sabe que cerca de 700 especies marinas ya están afectadas de varias maneras por esta problemática, el 17% de las cuales están incluidas a la Lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Canals ha explicado que en el caso del Mediterráneo, la basura ha generado una grave problemática ecológica. Añade que en algunos fondos marinos próximos a la costa catalana hay grandes acumulaciones de desperdicios y cuando hay temporales fuertes, como el Gloria en enero del 2020, las olas escupen en las playas una parte de estos desperdicios y se evidencia la gran cantidad que hay.
Una de las problemáticas es que el estudio de la basura del fondo marino representa un desafío tecnológico, cuya complejidad aumenta con la profundidad y la dificultad por|para acceder a las áreas marinas remotas. El estudio revisa metodologías capaces de muestrear los desperdicios del fondo y de otros que se basan en observaciones in situ, por ejemplo con vehículos submarinos no tripulados.