El Sindicato de Enfermería tilda de «incomprensible» la falta de contrataciones para hacer frente a la tercera ola
Recuerda que «hay cerca de 3.000 enfermeras en paro» y el sistema sanitario se encuentra cada vez más tensado y sobrecargado
El Sindicato de Enfermería SATSE ha denunciado que desde las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas no se ha reforzado la plantilla de enfermería para afrontar la tercera ola de la covid-19 y, por tanto, no tienen los recursos humanos suficientes para atender adecuadamente.
Según ha afirmado el sindicato en un comunicado, «en la mayoría de las comunidades autónomas no se ha implementado un plan o estrategia clara y decidida de actuación específica en materia de recursos humanos para afrontar esta tercera ola de la pandemia, lo que afecta negativamente» en la calidad de atención y cuidados.
«Es absolutamente incomprensible que, una vez comprobada la especial gravedad y virulencia de esta tercera ola de la pandemia, las diferentes administraciones sanitarias competentes no hayan aumentado las plantillas de enfermeras en sus respectivos servicios de salud», apuntan desde del sindicato.
Asimismo, SATSE subraya que el refuerzo de las plantillas debe hacerse siempre con contrataciones que ofrezcan condiciones laborales y profesionales dignas y seguras.
«Algunas administraciones sanitarias se excusan afirmando que no hay enfermeras para contratar, cuando lo que ocurre es que las condiciones que ofrecen son tan pésimas que los profesionales buscan una mejor salida laboral en otras autonomías e, incluso, fuera de nuestras fronteras», señala.
Al respecto, el sindicato recuerda que «hay cerca de 3.000 enfermeras engrosando las listas del paro en nuestro país, según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), cuando todos los servicios de salud necesitan reforzar sus plantillas con estos profesionales».
Finalmente, apunta que las administraciones sanitarias han ido contratando muy por debajo de las necesidades reales de los correspondientes servicios y áreas sanitarias.
«Y ahora, cuando se requiere un esfuerzo titánico adicional, se mantienen impasibles y condenan a sus profesionales a una mayor tensión y sobrecarga asistencial con los mismos recursos humanos», concluye SATSE.