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Perder una pierna cambió su vida y ahora su meta es competir en surf adaptado

A Mireia Cabañes le tuvieron que amputar una pierna por un cáncer óseo a los 7 años

Mireia Cabañes practicando en el gimnasio.

Perder una pierna cambió su vida y ahora su meta es competir en surf adaptadoEfe

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Cuando tenía 7 años la vida de Mireia Cabañes «cambió rotundamente» al diagnosticarle un cáncer óseo que obligó a amputarle la pierna izquierda, pero su espíritu optimista y luchador le ha llevado, veintisiete años después, a entrenar surf adaptado con el objetivo de entrar en el equipo nacional.

Tras detectarle el sarcoma de Ewing le practicaron en 1994 una rotoplastia de Van Ness, una cirugía innovadora y complicada en la que tras amputarle la pierna desde el fémur le reimplantaron en la cadera, pero al revés, el resto de la pierna -desde la rodilla al pie-. De esta forma, la rodilla hace la función de cadera y el pie, de rodilla.

Pero la sobrecarga y el desgaste a la que ha sometido a su pierna izquierda durante tantos años y el dolor crónico que le provoca le ha hecho acudir a IMSKE, Hospital de Traumatología y Rehabilitación de València, donde está siendo tratada del dolor y, además, entrenada para hacer surf adaptado.

Sarcoma de Ewing

En una entrevista con la Agencia EFE, esta joven valenciana, que ahora tiene 34 años, recuerda que tras conocer que sufría un sarcoma de Ewing en estado avanzado tuvo que cambiar «familia y amigos por goteros y hospital», además de ir «adaptándose al medio y viviendo el día a día».

Aunque le dieron «muy pocas esperanzas de vida», asegura que es «un poco testaruda y aquí estoy» y afirma: «Mi personalidad ha cambiado rotundamente. Era una persona introvertida, vergonzosa, no me atrevía a hacer nada y ahora soy todo lo contrario».

Afición al Surf

«Siempre me ha gustado el agua, soy un pececillo», asegura Mireia, que explica que hace tres años, la escuela valenciana Mediterranean Surf, junto a la ONG Kind Surf, ambas expertas en surf terapéutico y adaptado a personas con movilidad reducida, le ofrecieron una beca en programa de continuidad pero no pudo hacerla al surgirle un trabajo en Madrid, y aunque después le volvieron a llamar no se atrevió a hacerlo porque empeoró su salud y el dolor.

Ahora «me muero de ganas» y «si va bien, probamos y veo que puedo y no me duele demasiado ni perjudica mi salud, mi idea es entrar en el equipo nacional de surf adaptado que, además, creo que en 2024 o 2028 quiere entrar en las paraolimpiadas», anuncia tras confesar que se ha imaginado «miles de veces» encima de una tabla y ha inventado la adaptación de una tabla porque su objetivo es ponerse de pie el primer día.

Siempre Valiente

Mireia, que en ambos brazos lleva tatuado el lema «Siempre valiente», admite ser muy optimista y confiesa que «nunca» ha pensado en tirar la toalla. Aunque los dos últimos años lo ha pasado «bastante mal», afirma que desde hace dos o tres meses está fuerte psicológicamente y vuelve a ser «la misma que era», aunque de vez en cuando tiene recaídas: «Vivir con dolor crónico no es fácil».

Es consciente de que debe aprender a vivir con el dolor, que va a tener toda la vida, e intentar disfrutar todos los días «porque esto no va a cambiar».

Hospital Imske

La sobrecarga a la que ha sometido a la pierna reimplantada durante casi 30 años, con la que camina con una prótesis, ha hecho que la rodilla, que no puede operarse, esté «destrozada» por hacer una función que no es la suya y que la inflamación, artrosis y desgaste le hayan subido hasta la cadera, lo que le genera un dolor crónico tan intenso que le lleva incluso a tomar morfina.

Para recibir tratamiento para disminuir el dolor y ser entrenada para el surf adaptado, Mireia acude al Hospital IMSKE de València, el primer centro monográfico del sistema musculoesquelético de España.

Borja Moltó, fisioterapeuta de la Unidad de Fisioterapia y Rehabilitación de IMSKE, explica a EFE que trabajan la fuerza a nivel funcional y sobre todo la estabilidad, simulando en un ambiente en seco cómo estaría encima de una tabla de surf y subraya que Mireia es «perfecta» como paciente porque tiene «muchas ganas de trabajar».

«Trabajamos la musculatura de todo el cuerpo para que esté lo más preparado posible para estar encima de esa tabla o levantarse en caso de que tenga que hacerlo» asegura, y explica que el ejercicio «debe adaptarse siempre a su pierna izquierda, donde lleva la prótesis».

Mujer emprendedora

Mireia Cabañes, que empezó el grado de Periodismo y luego cambió al de Comunicación Audiovisual y ha estudiado tres másteres, es la vicepresidenta de la Asociación Española de Empresarios y Autónomos con Discapacidad y está haciendo un doctorado en el que investiga el papel de la mujer con discapacidad y el empleo. Ahora está pendiente de que le concedan la incapacidad.

Afirma que siempre se muestra tal y como es y aunque nunca se ha visto como un espejo de otras mujeres con discapacidad, hay personas que a través del correo electrónico o en las redes sociales, donde se la conoce como Eme Cabanyes, le dan las gracias: «Dicen que les he ayudado, y yo ni me he dado cuenta».

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