Ataúdes abandonados y falta de higiene en muchas morgues italianas

Ataúdes abandonados, falta de higiene y certificados de entierros falsos son algunas de las graves irregularidades detectadas durante una campaña nacional de inspección de las morgues en hospitales públicos y clínicas privadas en Italia, con el fin de controlar el cumplimiento de las medidas de prevención contra el contagio por covid-19, informaron hoy las autoridades.

La operación llevada a cabo por el Comando de Carabineros para la tutela de la Salud, de acuerdo con el ministerio de Sanidad, ha revelado que de los 375 depósitos de cadáveres y cámaras mortuorias examinadas, en 85 de ellos se encontraron irregularidades, lo que dio lugar a 102 sanciones penales y administrativas.

Además, fueron denunciadas 23 personas y 78 autoridades administrativas, incluidos gerentes de instalaciones sanitarias y hospitalarias, así como propietarios de funerarias privadas.

Entre las irregularidades constatadas figuran «el incumplimiento de la medidas de contención de epidemias y seguridad en el lugar de trabajo, debido a la falta de limpieza y desinfección de las instalaciones, la ausencia de rutas separadas para el transporte de cuerpos y la falta de formación de los operadores sobre el riesgo de exposición a agentes biológicos», explicaron los carabineros en un comunicado.

La mayoría, 68, se detectaron «en las salas utilizadas para los cadáveres y para la despedida en presencia de miembros de la familia, mantenidas en malas condiciones sanitarias y estructurales, con presencia de yeso, manchas de humedad y moho, baldosas agrietadas, muebles viejos y oxidados».

«En situaciones particularmente graves, se encontraron ataúdes abandonados durante mucho tiempo en espera de entierro o cremación, certificados falsos de entierro de restos previamente exhumados, ataúdes con pérdida de líquidos y manchas de sangre», se indica en la nota.

Los carabineros señalaron que han iniciado los trámites para el cierre de actividad de un sector dentro del depósito de cadáveres del cementerio de Cisterna di Latina (centro), debido a graves faltas en la higiene, y de una funeraria en la provincia de Lecce (sur), que operaba en condiciones de incompatibilidad comercial.