Científicos alemanes descubren la causa de los trombos relacionados con la vacuna de AstraZeneca
Estos episodios tienen lugar después de una «combinación muy inusual de síntomas»
Un equipo de investigadores de la Universidad de Greifswald, en Alemania, han encontrado la explicación a los casos de trombos y problemas de coagulación registrados en algunas personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus.
«Sabemos qué hacer: cómo diagnosticarlo y cómo tratarlo», ha asegurado en un artículo publicado en Science Andreas Greinacher, el especialista en coagulación que ha dirigido el estudio, publicado de forma preliminar en Research Square.
Las informaciones sobre episodios de trombos registrados en decenas de personas después de haber recibido la vacuna de AstraZeneca provocó que algunos países europeos suspendiesen la vacunación con sus dosis. La mayoría la reanudaron -entre ellos España- después de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) indicase que los beneficios de esta vacuna superan cualquier riesgo, si bien este organismo continúa investigando los casos detectados.
Según han explicado los investigadores, estos episodios de trombos han sido bautizados con el nombre de síndrome de trombocitopenia inmunitaria protrombótica inducida por la vacuna (VIPIT), y tienen lugar tras una «combinación muy inusual de síntomas»: coágulos sanguíneos generalizados y un recuento bajo de plaquetas, a veces con sangrado. Esta combinación «se asemeja a un efecto secundario poco común de la heparina, un anticoagulante llamado trombocitopenia inducida por heparina (HIT)», explican.
El hallazgo publicado por Greinacher y su equipo está siendo tomado en cuenta en Alemania y Países Bajos, donde varias sociedades médicas han alabado este descubrimiento y han instado a sus miembros a conocer más a fondo este síndrome.
Su descubrimiento
El VIPIT se descubrió por primera vez el pasado el 27 de febrero, cuando la hematóloga de la Universidad Médica de Viena Sabine Eichinger se enfrentó a un caso poco habitual: una enfermera de 49 años había sido trasladada a su hospital con náuseas, malestar estomacal, las plaquetas bajas y trombosis (coágulos de sangre) en las venas del abdomen.
La paciente falleció al día siguiente, pero su caso dejó a la hematóloga pensando, ya que las plaquetas, también conocidas como trombocitos, ayudan a formar coágulos de sangre, por lo que los niveles bajos generalmente provocan sangrado, no coagulación. Esta combinación inusual es además un efecto secundario de la heparina denominado HIT (trombocitopenia inducida por heparina).
Según explica el artículo de Science, este fármaco, la heparina, se une a una proteína llamada factor plaquetario 4 (PF4), formando un complejo. Por razones que se desconocen, algunas personas producen anticuerpos contra este complejo, lo que provoca una reacción de coagulación fuera de control, sostienen.
La paciente que había tratado Eichinger no había recibido heparina, pero sí una inyección de la vacuna de AstraZeneca cinco días antes de que empezasen los síntomas, por lo que la hematóloga pensó que podía ser «algún tipo de reacción inmunitaria» y compartió sus hallazgos con Greinacher.
«Las cosas empezaron a suceder de forma rápida», indica Eichinger, después de que varios países reportaran casos similares tras el uso de la vacuna de AstraZeneca. El equipo de Greinacher analizó las muestras de ocho pacientes, todos ellos con las plaquetas bajas y una coagulación inusual. En cuatro de ellos, los investigadores también encontraron evidencia de anticuerpos contra la proteína PF4, un sello distintivo de HIT.
El especialista en enfermedades infecciosas Oriol Mitjà ha resumido en Twitter este hallazgo que explicaría los trastornos de coagulación tras recibir la vacuna de AstraZeneca. Según explica, estos casos «ocurren en 1 entre 1 millón» y «lo induciría una activación de las plaquetas que formarían trombos». Según el experto, «se debe identificar pronto y tratar con inmunoglobulinas endovenosas».
Tratamiento
Tal y como explica Mitjà, «los médicos pueden identificar y tratar el VIPIT» de la siguiente manera: identificando primero a «pacientes con dolor de cabeza o síntomas neurológicos» después de haber recibido la vacuna, y tratando «con inmunoglobulinas (IVIG) y anticoagulantes no-heparínicos (inhibidores anti-Xa)».
Aunque Greinacher sostiene que todavía se necesitan más datos que expliquen estas reacciones, considera crucial alertar a los médicos sobre ella: «Cuando se reconoce a tiempo, HIT se puede tratar con inmunoglobulinas (anticuerpos inespecíficos de donantes de sangre) que ayudan a frenar la activación plaquetaria. Los anticoagulantes sin heparina pueden ayudar a disolver los coágulos. VIPIT debe tratarse de manera similar», apunta Greinacher.
Según indica en Science, existe al menos un caso en el que un médico decidió aplicar estos consejos y el paciente se recuperó.