Detenido después de vender 400.000 mascarillas para suministrar a hospitales que nunca envió
La estafa la realizó en una empresa de Toledo y fue detenido en el aeropuerto de Barajas
La Guardia Civil ha detenido a un hombre, en el aeropuerto de Barajas, de Madrid, por un delito de estafa agravada, ya que había vendido 400.000 mascarillas sanitarias, por las que cobró 120.000 euros, a una empresa toledana que abastece a numerosos hospitales y clínicas de España y que nunca llegó a recibir el género.
Según informa este martes la Guardia Civil, una empresa ubicada en la comarca toledana de Torrijos y dedicada a la confección y fabricación de productos y vestuario sanitario, recibió la llamada de un supuesto proveedor de material sanitario que les ofreció mascarillas quirúrgicas a un precio muy asequible.
Después de llegar a un acuerdo económico, desde esta empresa se realizaron dos pedidos de mascarillas por valor de 6.050 y 6.897 euros, respectivamente, cuyos pagos se realizaron a través de una transferencia bancaria a una entidad española y la mercancía solicitada fue remitida a la empresa sin ningún tipo de problema.
El supuesto proveedor, un hombre de 37 años, se ganó la confianza del empresario con estos dos pedidos y consiguió que la víctima hiciera un pedido mucho mayor, en este caso de 400.000 mascarillas sanitarias por un importe de 120.000 euros.
En esta ocasión el estafador solicitó que el pago se hiciera a nombre de una empresa de nacionalidad china en otra cuenta bancaria distinta a la anterior.
Al ver que el material no llegaba, la empresa se puso en contacto con el falso proveedor, el cual les dio distintas excusas relacionadas con la pandemia para justificar que el género no se hubiera recibido.
Cuando estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil, el pasado mes de mayo de 2020, se hizo cargo de la investigación, denominada MASQ, el Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, que comprobó que la empresa china tenía la sede social en Londres y que el estafador era su administrador único.
Igualmente averiguaron que la cuenta bancaria destinataria de este dinero estaba ubicada en el Reino Unido y que el delincuente lo había derivado a otra cuenta española donde él era el titular.
La Guardia Civil verificó que este hombre operaba desde una ciudad de Honduras, lugar desde donde había realizado estos movimientos bancarios y donde se encontraba huido.
Finalmente el estafador fue detenido cuando llegó al aeropuerto Adolfo Suárez procedente de Miami, donde había hecho escala desde Honduras, por un delito de estafa agravada, y fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia de Plaza Castilla en Madrid.