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Juzgada una mujer por abusar sexualmente de su hijastro adolescente en Cornellà de Llobregat

Los psicólogos creen a la víctima y la mujer asegura que es una venganza del padre contra ella

Imagen de archivo de los Mossos d'Esquadra.

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Una mujer ha sido juzgada este martes en la Audiencia de Barcelona por supuestamente haber abusado sexualmente de su hijastro menor de edad en2017 en Cornellà de Llobregat. La mujer, que ha negado los hechos, se enfrenta a una petición de la fiscalía de 12 años de prisión, mientras que el chico ha ratificado su versión, asegurando que la mujer, 11 años más mayor abusó de él y lo obligó a mantener relaciones sexuales completas sin su consentimiento. Los psicólogos y psiquiatras que trataron al menor dan plena credibilidad al chico, que sufrió estrés posttraumático a raíz de aquellos hechos.

Según el joven, que ahora tiene 18 años y en el momento de los hechos tenía en torno a 15, él tenía una relación con la acusada «más de amiga que de madre o pareja del padre». Algunos mediodías, cuando estaban los dos soles, o alguna noche cuando el padre ya dormía, la mujer entraba en su cama y le hacía cosquillas, más tarde lo empezó a «guiar» para hacerle tocamientos sexuales a ella y finalmente ella le hizo tocamientos y lo obligó a penetrarla vaginalmente y le hizo sexo oral. Los tocamientos se dieron entre 15 y 30 veces, mientras que las relaciones completas tuvieron lugar siete u ocho veces, todo durante la primavera del 2017.

La situación estalló cuando el padre echó fuera de casa a la mujer por desavenencias de pareja. El chico explicó los abusos a sus primas, que lo explicaron a sus madres, tías maternas del joven. Estas se lo dijeron a su hermana, madre del chico, que poco después llamó a los Mossos d'Esquadra para denunciarlo.

La acusada ha explicado que la relación con el padre de la víctima empezó el 2013 y convivía habitualmente con el menor y su hermana pequeña cada dos semanas, puesto que el padre tenía la custodia compartida. Tanto ella como los padres del menor y la misma víctima han explicado que la relación fue buena durante mucho de tiempo y los trató como si fueran sus hijos. Fue hacia el 2017 cuando la relación de la pareja, que ya había pasado altibajos, empeoró.

Según la mujer, el chico estaba «obsesionado» con ella y la quería ver aunque aquella semana le tocara estar con su madre. «Eres la mejor persona que he conocido» o «espérame a que haga 18 años», le habría dicho el chico a la mujer, según la defensa. Además, considera que el padre no se hacía bastante cargo de los hijos y le hacía tener celos. En cambio, el padre ha explicado que pasaba problemas económicos, tenía que trabajar muchas horas y se dedicaba sobre todo a la hija pequeña, cosa que generaba celos en la mujer.

La acusada asegura que en ningún momento le habría pasado por la cabezaabusar sexualmente del chico, y cree que el joven ha sido manipulado por su padre y antigua pareja suya porodiarla. De hecho, en su último turno de palabra, ha asegurado que el joven «quería» verla y que por eso incluso después de denunciarla iba cerca de su casa para verla, cosa que el joven ha negado.

El menor ha explicado que un día se la encontró desnudaen su habitación y que él huyó a la cocina. En otras situaciones él se vio «bloqueado» y sin saber como reaccionar. «Yo hacía lo que ella me decía, no había consentimiento», ha dicho. «No la rechazaba, pero no sabía como expresar que no quería», ha añadido. Incluso ha explicado que la mujer le había preguntado: «Si tu padre no me hace un hijo, ¿me lo harías tú?». Ha explicado que se sentía culpable y estaba preocupado por cómo podría reaccionar su padre. Posteriormente tenía miedo de encontrársela, insomnio y pesadillas, ha explicado, cosa que han ratificado los forenses.

El padre del chico ha explicado que el menor tenía muy buena relación con su expareja, pero también con él, a pesar de que se fue distanciando de él. A causa de desavenencias, él echó de casa a la mujer antes de saber los abusos. Cuando lo supo, se creyó la versión del chico, porque «no es un mentiroso». También se lo creyó latíamaterna del joven, que lo vio «nervioso y preocupado». «Se sentía mal porque no sabía como salir», ha explicado.

Los psicólogos y psiquiatras que trataron al menor una vez denunciados los hechos han explicado que ven «muy probable» los abusos y plenamente compatible el relato del chico con el trastorno por estrés postraumático que sufría. Así, ven normal que tuviera sentimientos de culpa y rabia a la vez, que estuviera «hiperalerta»y con una conducta «evitativa»ante algún posible encuentro con la mujer, además de cierto aislamiento, pesadillas o miedo. Han admitido, que el chico podía estar «deslumbrado» por la mujer, porque era más de su edad que de la de su padre, e incluso se podía sentir «atraído» por ella, pero esto no quiere decir que quisiera mantener relaciones sexuales y menos aún aceptarlas. Podía sentir placer físico en aquellos momentos, pero no le gustaba ni quería mantenerlas, han explicado. A preguntas de la defensa han negado que la versión del chico pueda estar contaminada por falsos recuerdos inducidos por el padre o por deseos insatisfechos.

La fiscalía le pide 12 años de prisión y 20.000 euros de indemnización para la víctima, además de diez años de libertad vigilada y diezmás de prohibición de acercamiento o comunicación, por un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años.

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