Judicial
Condenat a 27 años de prisión por agredir a los guardies civiles que investigaban una pelea entre familias gitanas
Durante un registro disparó a los agentes con una escopeta de caza
La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a 27 años de prisión a un hombre que agredió a cinco agentes de la Guardia Civil durante un registro domiciliario en Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), a quienes también tendrá que indemnizar, en total, con más de 13.500 euros, por las lesiones y las secuelas que les ha dejado.
La sentencia, que ha sido facilitada este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) a los medios de comunicación y contra la que cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Penal del TSJCM, condena al hombre por un delito de atentado a los agentes de la autoridad con uso de armas de fuego y cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa.
Así, por el primer delito se le impone una pena de 4 años, 11 meses y 29 días de prisión y por cada delito de homicidio en grado de tentativa, 4 años, así como ocho meses por tenencia ilícita de armas y un año por un delito de receptación, si bien en la sentencia se especifica que, como máximo, cumplirá doce años de prisión.
La Audiencia Provincial también ha condenado a cuatro meses de prisión a la pareja sentimental del acusado, por un delito de resistencia grave a los agentes de la autoridad.
La sentencia considera probado que como consecuencia de un clima de enfrentamiento grave y amenazas entre dos familias de etnia gitana de las localidades de Puertollano y Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), debido a la ruptura sentimental de una pareja formada entre miembros de las mismas, y toda vez que los días 22 de julio y 1 de agosto de 2016 se produjeron «acontecimientos» en los que se usaron armas de fuego, supuestamente por ambas familias, en Argamasilla de Calatrava, la Guardia Civil solicitó una autorización judicial para registrar el domicilio de los ahora condenados.
En el momento de acceder a la vivienda de Argamasilla de Calatrava, los agentes se identificaron hasta en cuatro ocasiones, si bien el ahora condenado efectuó dos disparos frontales, el primero de ellos a unos seis metros, contra ellos con una escopeta de caza con cañones paralelos.
Algunos de los agentes heridos tardaron hasta 19 días en curarse de las heridas que les produjo la escopeta y dos de ellos, además, sufrieron lesiones en la persecución por los tejados.