Sucesos
Condenan a un enfermero que abusó de una compañera al hospital donde trabajaban en Sevilla
El hombre evita la prisión y pagará una multa de 1.620 euros y una indemnización de 10.000 euros
Un enfermero ha sido condenado por abusar de una enfermera a la que estaba dando un masaje en una sala del hospital donde trabajaban, aunque evitará la cárcel al acordar con la Fiscalía que su pena se reduzca al pago de una multa de 1.620 euros y una indemnización de 10.000 euros.
Así lo ha sentenciado la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla después de que el Ministerio Público, que inicialmente pedía dos años de prisión para J.S.R.D. por un delito de agresión sexual, alcanzase una conformidad con la defensa antes de la celebración del juicio, el 4 de mayo.
El pacto consistió en rebajar la calificación y dejar el delito en abusos sexuales al aceptar las acusaciones que no hubo violencia ni intimidación en la actuación del procesado, según han informado fuentes del caso a Efe.
Los hechos ocurrieron sobre las seis de la tarde del 11 de febrero de 2018 cuando el acusado, de 43 años, estaba trabajando en la planta de ginecología y obstetricia del hospital Virgen Macarena de Sevilla y coincidió en el turno con la víctima.
La joven se quejaba de que le dolía la espalda como consecuencia de una hernia de disco, así que el procesado «se ofreció a darle un masaje», según recoge la sentencia.
Ella accedió, se tendió en una camilla de una sala de postparto y se subió la parte superior del pijama-uniforme.
El enfermero le masajeó la zona lumbar pero en un momento dado, «con ánimo libidinoso», desabrochó su sujetador y le cogió los pechos, ante lo cual la víctima le dijo «que no pretendía eso y que la dejara».
La sanitaria se levantó de la camilla y quiso salir de la estancia, que estaba cerrada, pero su compañero de trabajo se colocó detrás de ella, la cogió por el cuello «sin apretar» y volvió a meter una mano «por debajo de su ropa» al mismo tiempo que le «jadeaba en el oído».
La víctima volvió a reaccionar «alzando la voz y llorando», lo que hizo que el encausado «desistiese de su empeño y se marchase».
El hospital abrió un expediente disciplinario por estos hechos antes de que la Fiscalía interviniese y denunciara al acusado ante un juzgado de Sevilla.