Ciencia
Investigadores piden estar alerta ante un mayor riesgo por el virus del Nilo
La falta de un tratamiento eficaz complica la situación
Una investigación del Ministerio de Sanidad ha señalado que, tras brote del virus del Nilo sufrido el año pasado, el riesgo de transmisión se considera «moderado» en zonas «extensas» de España con un «impacto alto» dada la gravedad y mortalidad de la enfermedad ante lo que aconsejan «estar alerta».
La investigación, publicada en Eurosurveillance, apunta que al final de la temporada en la que el virus más actúa -que va de abril a noviembre- el año pasado en España se habían detectado 77 casos de infección, la mayoría en Andalucía, «un crecimiento hasta ahora sin precedentes».
Con este aumento de casos, recoge el comunicado sobre la investigación, «el riesgo de transmisión se considera moderado en zonas extensas de España donde se ha detectado el virus en animales y/o se han producido casos en humanos».
El impacto, añaden, «se considera alto debido a la gravedad y la mortalidad que generalmente se asocian con la afectación neurológica asociada a la enfermedad del Virus del Nilo Occidental con casos graves que se observaron en los brotes descritos el año pasado».
De los 73 casos ingresados en el hospital el pasado año, recogen, siete fallecieron y dos necesitaron hospitalización prolongada por presentar secuelas neurológicas graves.
La falta de un tratamiento eficaz específico disponible complica la situación, pese al buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia sanitaria, advierten.
En cuanto a los territorios en los que nunca se ha detectado el virus en animales o humanos, el riesgo se considera menor, «pero el hecho de que se espere una extensión continua de la circulación del virus a nuevos territorios obliga a estar alerta ante posibles casos o brotes» en los próximos meses. Durante el invierno, el riesgo es muy bajo en toda España.
El brote del año pasado, inciden, supuso un crecimiento de casos «hasta ahora sin precedentes» de una enfermedad que en los últimos años está aumentando su presencia en nuevas zonas, entre ellas diversos países europeos.
El virus del Nilo occidental es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos infectados, que en un alto porcentaje no produce síntomas o son leves (como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y erupciones cutáneas), pero que si afecta al sistema nervioso puede producir cuadros neurológicos graves.
Estos cuadros más graves sólo se dan en el 1 % de los casos y se puede acompañar de una mortalidad de en torno al 10 % o dejar secuelas graves.
Los sistemas de vigilancia detectaron en 2020 en España un importante aumento de casos y de presencia de los mosquitos que suelen transmitir la enfermedad, incide la nota, que «supusieron un desafió y obligaron a mejorar la capacidad para detectar casos humanos y preparar la vigilancia de próximas temporadas».
Y en este sentido, los investigadores sugieren la necesidad de seguir trabajando en la formación de profesionales sanitarios, en el desarrollo de procesos optimizados de diagnóstico de laboratorio y de elevar la vigilancia en territorios donde se conoce la circulación del virus y estar alerta en aquellos donde nunca se ha detectado.
La investigación, publicada en Eurosurveillance, está liderada por el Centro de Control de Alertas y Emergencias (CCAES) del Ministerio de Sanidad y en ella han participado equipos del Centro Nacional de Epidemiología y del Centro Nacional de Microbiología del ISCIII. Participan también el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Junta de Andalucía y la Junta de Extremadura.