Diari Més

Sociedad

¿Cómo afrontar el duelo después de la pérdida de nuestra mascota?

Varios estudios han determinado que el impacto psicológico es equiparable a lo que se vive después de la pérdida de un amigo o familiar

Rusty, el perro adoptado y después devuelto.

Un perro adoptado después de 419 días en un refugio es reanimado al día siguiente porque daba «demasiado trabajo»Facebook

Publicado por

Creado:

Actualizado:

A pesar de que es una de las experiencias más dolorosas, tristes y estresantes por las que el ser humano puede pasar en la vida, la muerte de una mascota y el posterior duelo de sus cuidadores todavía no es aceptado y respetado por la sociedad de la misma manera que cuando se afronta la pérdida de un ser querido, ya sea este un amigo o un familiar.

Sin embargo, diversos estudios han apuntado al enorme impacto emocional y anímico que provoca esta amarga experiencia producida por la ausencia de ese animal con el que hemos compartido tantos y tan buenos momentos, que nos ha ofrecido tanta compañía y con el que hemos establecido tantos vínculos y cariño. Entre ellos, el departamento de ciencias animales de la Universidad de Hawai señala que el 30% de los dueños sienten dolor durante al menos seis meses o más y que para el 12% supone un suceso muy traumático. Algo que se acrecienta, sobre todo, cuando los propietarios se han visto obligados a sacrificar a su mascota debido a alguna enfermedad o porque ésta ha visto mermada considerablemente su calidad de vida.

El duelo por la pérdida de un animal es, por tanto, una reacción completamente normal, de la que no hay que avergonzarse, y una experiencia muy personal que hay que pasar, además, de una forma gradual ya que no se puede acelerar o forzar de ninguna manera. Pero, ¿cómo afrontar este duelo de una forma saludable? Los expertos recomiendan seguir estas pautas:

Sentir dolor es normal y natural

Ante todo, hay que desterrar el pensamiento de que sentirse triste está mal o fuera de lugar. No hay nada de lo que avergonzarse ya que esta es una respuesta totalmente natural ante la muerte. Al igual que sentimos dolor por la pérdida de un ser querido, el animal también ha sido un compañero de vida por el que hemos sentido mucho amor.

No ignorar nuestras emociones

Reprimir nuestros sentimientos es un error garrafal. La única manera de superar el dolor y sanar está en la exteriorización de nuestras emociones. Hay que darse tiempo, llorar cuando nos apetezca y también reír recordando los buenos tiempos vividos a su lado. Por el contrario, conviene ignorar los comentarios de aquellas personas que pueden no comprender este dolor quizás porque nunca han vivido con un animal ni han pasado por lo mismo.

Compartir nuestro dolor con otros

Hablar con amigos o conocidos que hayan pasado por la misma experiencia y que fácilmente pueden empatizar con nosotros es un remedio muy eficaz para soltar el dolor y desahogarse. Si en el entorno nadie ha vivido la pérdida de una mascota también se puede recurrir a foros o redes sociales de refugios de animales o contactar con otros cuidadores a través de la clínica veterinaria.

Expresarlo por escrito

En ocasiones, escribir un diario o carta sobre lo que estamos experimentando o bien un texto o poema dedicado a nuestra mascota puede ser una buena opción para iniciar la despedida y plasmar, de paso, todo los sentimientos que teníamos hacia el animal.

Buscar una forma para despedirse

Cuando perdemos un ser querido el ritual de la despedida suele ser básico para iniciar el proceso de duelo. Lo mismo ocurre con los animales. Incinerar a la mascota, enterrarla en algún cementerio de animales, organizar algún acto íntimo... puede ayudar mucho al cuidador y a toda la familia que convivía con el perro o el gato a exteriorizar sus sentimientos.

Rendirle homenaje

Existen numerosas maneras con las que rendir homenaje a nuestro compañero de aventuras y recordar los buenos momentos vividos a su lado: un collage o álbum con fotografías, un cuadro o una ilustración con su imagen, plantar un árbol en su honor, recitar un poema escrito para él...

Cuando hay niños en casa

Ser sinceros con ellos y hablar de lo que le ha ocurrido al animal. Las palabras que se utilicen son muy importantes. Frases como «se ha ido» pueden crear falsas expectativas de que algún día volverá. Mostrar ante ellos nuestros sentimientos y dejar que ellos también expresen lo que sienten.

Si hay otras mascotas

Si convivían juntas dos o más mascotas también ellas van a notar su ausencia e, incluso, algunas pueden sufrir depresión ante la falta de su amigo o al ver angustiado a su cuidador. No las dejemos de lado a pesar del dolor que podamos estar pasando. Mantener intactas todas sus rutinas y cuidados nos ayudará a seguir activos y a que no decaiga ni su ánimo ni el nuestro.

Utilizar los buenos recuerdos

Cuando nos invada la pena hay que tratar de recordar los buenos momentos vividos a su lado. Aunque no vaya a volver, los recuerdos sí perdurarán por siempre.

Buscar ayuda profesional

Si el dolor es persistente e interfiere con la capacidad de llevar una vida con normalidad, sería recomendable consultar con un médico o un profesional de la salud mental puede evaluar e iniciar algún tratamiento si es necesario.

¿Es buena idea tener otra mascota después de perder a una?

Respetando los distintos procesos de duelo y circunstancias personales se recomienda superar el duelo antes de intentar crear vínculos con un nuevo animal.

tracking