Los que se han contagiado de covid podrían ser inmunes durante muchos años
Así lo determina un estudio realizado en personas que pasaron la enfermedad de forma leve
No hace falta que fuera grave, si has pasado la covid-19 de forma leve o moderada, puede que hayas generado anticuerpos contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 para la mayor parte de tu vida. Así lo sugiere un nuevo estudio, publicado en la revista Nature y dirigido por el inmunólogo Ali Ellebedy de la Universidad de Washington en San Luis (Misuri, EE UU), que ha sido el primero en identificar células de larga vida productoras de anticuerpos en la médula ósea de pacientes que se recuperaron de una covid-19 leve o moderada.
Los investigadores han analizado a una muestra de 77 pacientes que pasaron la infección, la mayoría de forma leve, y han observado que los anticuerpos contra el virus «decaen rápidamente en los cuatro primeros meses» tras el contagio y a partir de los cuatro meses, la disminución se ralentizó y se mostró «más gradual durante los siguientes siete meses, permaneciendo detectables al menos once meses después de la infección».
Este estudio demuestra que la inmunidad provocada por la infección de SARS-CoV-2, causante de la covid-19, será «extraordinariamente duradera», reza la propia revista, que recoge las declaraciones del inmunólogo Menno van Zelm, de la Universidad Monash de Melbourne (Australia), que afirma que esta nueva evidencia trae consigo buenas noticias sobre las vacunas, pues «implica que tendrán los mismos efectos duraderos».
En la misma línea se pronuncia el presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos, que considera este estudio «esperanzador» y cuyos datos confirman «algo que ya los inmunólogos veníamos diciendo: que la inmunidad iba a ser duradera, no sé si de por vida pero desde luego por muchos años».
De hecho, el año pasado se publicó un estudio en el que se observaron células B en un paciente que había pasado hacía 17 años el SARS-CoV-1, el coronavirus causante de la epidemia del síndrome respiratorio agudo grave (SRAS) surgida en Asia en 2003. «Esto es lo que probablemente va a ocurrir con el SAR-CoV-2», el nuevo coronavirus causante de la covid-19, según afirma López Hoyos.
Para identificar la fuente de los anticuerpos detectados, el equipo de Ellebedy recopiló células B de memoria –capaces de fabricar anticuerpos– y médula ósea de un subgrupo de 18 participantes. El resultado: la mayoría de ellos todavía tenía células B capaces de reconocer el SARS-CoV-2 siete meses después de desarrollar los síntomas y 15 de las 18 muestras de médula ósea presentaban una cantidad «muy baja pero detectable» de células de larga vida –una fuente persistente y esencial de anticuerpos protectores– que se habían formado por infecciones de coronavirus entre siete y ocho meses antes.
En cambio, las células de larga vida presentes en la médula ósea específicas para producir anticuerpos contra la proteína S del SARS-CoV-2 no se detectaron en las muestras de once pacientes sanos sin antecedentes de covid-19, indican los investigadores. «Mostramos que la infección por SARS-CoV-2 induce una sólida respuesta inmune humoral específica de antígeno y de larga duración en humanos», concluyen.