Sánchez promete al Congreso que «no habrá referéndum de autodeterminación»

Sánchez ha defendido la medida de gracia una semana después de la salida de los presos y el día siguiente de la reunión con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, con quien acordó reunir la mesa de diálogo el mes de septiembre. Ha reiterado que los indultos son una muestra que la «concordia» constitucional «sigue viva», y ha advertido que por el contrario la «discordia» es «un lastre» para la cohesión social y para el avance.

En este marco ha destacado que los indultos son «plenamente legales y constitucionales» y constituyen una medida «política» que no pone en duda la sentencia del Tribunal Supremo. Además, ha dicho, es la decisión de un gobierno «legítimo» tan válida como la que hizo posible los 18.100 indultos adoptados por gobiernos de todos los colores desde 1979. Ha admitido que «no hay garantías» que generen el efecto deseado, pero sí que cree que «pueden facilitar el diálogo y la concordia en el seno de la sociedad catalana».

«Convivencia reforzada» para encarar la recuperación

Sánchez también ha recordado que los indultos han llegado con el aval de los empresarios catalanes y españoles y también de la Iglesia. Ha destacado que el Estado entra en una fase de recuperación y todo está listo para abrir un horizonte de crecimiento», y por lo tanto hay que abordar la nueva etapa con una convivencia reforzada y contante con todas las energías, también con Cataluña, que representa e 25% del PIB».

Pide a Aragonés que lidere una mesa de partidos catalanes

En este marco ha pedido a Aragonés que lidere una mesa con las formaciones catalanas. Se trata, ha dicho, que «Cataluña hable con Cataluña» para que la mitad de catalanes «dejen de ser invisibles» para su gobierno. «Es primordial el diálogo entre catalanes para recomenzar, porque si todos repetimos lo que hicimos volveremos al lugar de donde salimos y nadie quiere estar».

Reclama al PP que sea una «oposición de Estado»

El presidente español también se ha dirigido al PP para reclamarle que sea «una oposición de Estado» y le ha pedido que «acabe con el bloqueo a los órganos constitucionales y permita que España vaya mejor». En este marco ha hecho un llamamiento a los partidos para que «seamos capaces de recuperar el espíritu constituyente, nos centramos en las soluciones y buscamos puntos de coincidencia», porque es un momento «de grandes cambios» y hay que trabajar unidos en el «gran proyecto de país que compartimos».