Medio Ambiente
Un estudio propone rehabilitar el suelo con basalto triturado para eliminar CO2 y luchar contra el cambio climático
Se podrían eliminar 2,5 gigatoneladas de dióxido de carbono, el 50% gracias a la respuesta de la biosfera al polvo de roca
El polvo de roca de basalto es un recurso rocoso abundante, con alta resistencia a la intemperie, que hasta ahora se utiliza en agricultura, en menor medida en silvicultura y prácticamente no ha tenido aplicación en ecosistemas naturales y de restauración. Su aplicación comporta una tecnología completamente desarrollada e instaurada, sin grandes requerimientos técnicos, que se puede implementar en los sistemas terrestres con rapidez y eficacia.
Los investigadores apuntan pero que para conseguir una eliminación limpia y lo bastante alta de CO2 haría falta aumentar la extracción de basalto, desplegar en zonas remotas y con una baja huella de carbono (como drones o dirigibles) y utilizar energía de fuentes bajas en carbono.
Un modelo numérico de la biosfera
El estudio apunta que de la eliminación sustancial de dióxido de carbono de hasta 2,5 gigatoneladas al año, cerca de un 50% fueron debidas a la respuesta de la biosfera al polvo de roca. Las mayores tasas de eliminación de dióxido de carbono se encontraron en regiones que anteriormente se consideraban inadecuadas para aplicar polvo de roca. Estos resultados indican que el potencial global de eliminación de dióxido de carbono del basalto sea sustancialmente mayor de lo que se había sugerido anteriormente.
Suponiendo el uso de aviones equipados para rociar, se llegó a la conclusión que los costes de eliminación del dióxido de carbono eran moderados, de unos 150 dólares por tonelada de CO2 suprimida.
Goll ha apuntado que los estudios pilotos tendrían que comprobar los posibles efectos secundarios negativos. Peñuelas ha añadido que para luchar contra el cambio climática se tienen que descarbonizar las actividades pero también «activar» la capacidad de la biosfera y la litosfera para extraer CO2 de la atmósfera.