El Consejo de Ministros aprueba la reforma de las pensiones: retasación al IPC y un incentivo para alargar la edad de jubilación

El Consejo de Ministros ha inaugurado el nuevo curso político aprobando el decreto ley para la reforma de las pensiones, el paso previo para trasladar el texto al Congreso de los Diputados. La norma ha sido consensuada con los sindicatos de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), junto con la patronal CEOE, y ha sido definida como «una de las más importantes de la última década en materia de diálogo social». El principal cambio consiste en ligar la retasación de las pensiones a lo Índice de Precios al Consumo (IPC), una propuesta que había quedado enterrada con la última reforma impulsada por el PP el año 2013. La norma también incorpora incentivos para alargar la edad de jubilación y reforzar la estructura de ingresos de la Seguridad Social.

«A partir de ahora, ningún pensionista se tendrá que preocupar por una posible pérdida de poder adquisitivo», ha subrayado a la ministra de Política Territorial y portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «No sólo recuperamos el consenso entre los agentes sociales, sino también la retasación que se había perdido con la última reforma», ha añadido.

La nueva norma prevé que, a partir del 1 de enero de cada año, las pensiones se incrementen en línea con la inflación media anual registrada el ejercicio anterior. En caso de que el IPC sea negativo, el importe de las pensiones no variará. Esta medida dista de la anterior reforma, donde la retasación de las pensiones quedaba limitada al 0,25% en situaciones de déficit.

Por otra parte, la reforma incorpora diferentes medidas que tienen como objetivo equiparar la edad efectiva y la edad ordinaria de jubilación. En primer lugar, el gobierno español ha hecho una revisión de la jubilación anticipada voluntaria, donde los coeficientes pasan a ser mensuales con el fin de «dar más flexibilidad» a los futuros pensionistas. Con este cambio también se busca favorecer aquellas carreras en que la cotización ha sido más larga.

En cuanto a los incentivos para alargar la jubilación, los trabajadores recibirán un plus por cada año de demora. O bien se los otorgarán un porcentaje adicional del 4% de su salario, una cantidad determinada en función de la cuantía de la pensión –y premiando aquellas carreras de cotización más largas- o una combinación de las dos opciones.

Sobre la jubilación forzosa, el nuevo texto establece que los convenios colectivos no podrán fijar cláusulas que hagan posible la extinción del contrato de trabajo en edades inferiores a los 68 años. En esta misma línea, y con el objetivo de favorecer la permanencia de los trabajadores de más edad en el mercado de trabajo, se establece una reducción del 75% de las cuotas empresariales en la Seguridad Social durante una situación de incapacidad temporal de aquellos trabajadores de más de 62 años.

Finalmente, el gobierno español contemplará cada año una transferencia de los Presupuestos Generales del Estado en la Seguridad Social, con el fin de reforzar la estructura de ingresos de este organismo.